Desde el fin de semana las comunas aumentaron los retenes sobre avenidas y calles, tanto internas como de conectividad con otros municipios, para verificar que los conductores tengan el permiso de circulación.
Los intendentes del conurbano bonaerense se organizaron para incrementar de manera conjunta y coordinada los controles viales, en el primer día de la nueva etapa del aislamiento obligatorio en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que se extenderá sin cambios hasta el 16 de agosto.
Además de los operativos que se realizan sobre autopistas y accesos a la Ciudad de Buenos Aires, desde el fin de semana las comunas aumentaron los controles sobre avenidas y calles, tanto internas como de conectividad con otros municipios, para verificar que los conductores tengan el permiso de circulación.
«El desafío es bajar la velocidad de contagios tratando de sostener la fase 3, entendiendo que hay poco margen de aceptación social, a estas alturas, para ir a un endurecimiento del aislamiento. Es por esto que el gobernador (Axel Kicillof) habló de ‘cuarentena intermitente'», explicó en diálogo con Télam el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray.
Con el foco puesto en la «toma de conciencia y responsabilidad individual», los jefes comunales utilizaron las redes sociales para pedir no «relajar» los cuidados esenciales como el uso del tapabocas, lavado de mano y el alcohol en gel, al tiempo que pidieron «quedarse en casa» para frenar la circulación del virus.
La semana pasada, los intendentes estuvieron reunidos por videoconferencia con Kicillof durante tres horas, antes de que el gobernador se dirigiera a Olivos para compartir con el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el anuncio sobre la nueva etapa de cuarentena.
Durante ese encuentro se dieron referencias sobre la situación que atraviesan las distintas comunas, tanto en lo social como en lo económico.
«En la ciudad de La Plata ya hay un 20 por ciento de comercios que no van a volver a abrir sus persianas, que pidieron la baja», explicaron a Télam desde el municipio.
Uno de los rubros más castigados es el gastronómico «no solo porque son de los últimos comercios que podrán abrir sus puertas para tratar de atender, más allá del delivery, sino porque además parte de la mano de obra que ocupan a veces no está registrada debidamente y eso les dificulta obtener algunos de los beneficios que el Gobierno dio a los comerciantes para paliar la crisis», advirtieron a Télam.
La seguridad es otro de los puntos a los que necesitan prestar especial atención ya que «se incrementaron los delitos y la violencia con la que se perpetran», reconoció el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, quien ya recibió asistencia del ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni, en varias oportunidades.
Durante la reunión que mantuvieron Kicillof, Berni, el ministro de Salud Daniel Gollan y el comité de expertos el jueves pasado se informó que «hay 3 mil efectivos policiales fuera de servicio por haberse infectado de coronavirus», lo que obligó a rediagramar servicios y coordinar esfuerzos con las fuerzas federales.
«Se espera que el pico de contagio llegue en la segunda quincena de agosto y tenemos que prepararnos para eso», coincidieron los intendentes.
Recordaron la advertencia de Gollan de que si no se bajaba la velocidad de contagios «a fin de agosto iba a haber un 91% de ocupación» y plantearon que ese dato «terminó de encender los alertas».
«Vas a tener distritos con un 110 por ciento de demanda, es decir que van a estar desbordados, y otros que van a tener un 80%, pero que como vas a derivar pacientes corren el riesgo de colapsar también, con lo cual hoy ya se habla de la posibilidad de realizar traslados a distritos del interior bonaerense, que al no tener circulación del virus tienen disponibilidad de camas», confió uno de los intendentes de zona sur que participó de los encuentros (Téam).