Se trata de María Eugenia, quien trabaja en el Hospital Italiano, sobre quien vecinos del edificio Solanas de Monte Grande dejaron correr rumores: “Dicen que no estoy cumpliendo cuarentena, que estuve internada y enferma, que me habían operado y que soy persona de riesgo por trabajar en salud”. Otro caso de discriminación.
María Eugenia sale todos los días de Monte Grande a eso de las 18.30. Tiene 35 años y hace ocho que trabaja en salud. A las 21 debe ingresar al Hospital Italiano, en la Ciudad de Buenos Aires y viaja en transporte público. En tiempos de pandemia a causa del covid-19 debe estar preparada: documentos y permisos en mano al descender del Tren Roca en Constitución, subir al 90 o a 151, colectivos que a veces a la vuelta no se detiene en la parada. Ella, como otros miles, son la admiración de la sociedad por estar en la línea de fuego haciendo frente al coronavirus, pero lamentablemente, ella percibió lo que puede entenderse como discriminación en el edificio donde vive.
“Llegue a casa aproximadamente a las 9.30 y veo una nota bajo la puerta. Llamo al administrador del edificio donde vivo y me dice que tiene quejas de que no estoy cumpliendo cuarentena, que estuve internada y enferma, que me habían operado y que soy persona de riesgo por trabajar en salud”, publicó María Eugenia en sus redes sociales, y siguió: “Le contesto que todo es mentira. Que no cumplo cuarentena por ser personal sanitario y que ojalá pudiera hacer cuarentena como el resto, pero mi realidad es distinta”.
Tal como ocurrió en otros edificios en barrios de Capital Federal, donde notas pegadas alertaban a habitantes que ocupan puestos en salud sobre la prohibición de circular por pasillos, escaleras y ascensores, algunos vecinos del edificio Solanas de Monte Monte Grande buscaron generar un similar malestar ante la presencia de una trabajadora de un hospital.
“¿A dónde quieren llegar con todo esto? Si salgo de mi casa no es por gusto, porque me siento encerrada o porque sea una inconsciente que no cumple con las órdenes de la ley. Salgo como todo personal sanitario para cuidar de ustedes, a trabajar para recuperar la salud que muchos perdieron. Pero evidente existe gente que el encierro les afecta el cerebro y crean fantasmas donde no los hay y lamentablemente es la misma gente que cuando se enferma viene a pedirte ayuda”, dijo.
En dialogo con Data Conurbano, María Eugenia señaló que se trató de una “inquietud” de la Administración causada por vecinos: “Es una forma cobarde de pedirme que no transite aéreas comunes, y mucho más cobarde recibir la nota debajo de mi puerta”.
Al momento, no tuvo más respuestas y la duda de saber quién o quiénes buscan generar incomodidad en el edificio céntrico de Monte Grande donde vive, no interfiere en su rutina y continúa trabajando alerta para lo que sea en el Italiano.
Quw triste ver lo que le hicieron a Maria Eugenia. La realidad es que la gente está asustada, pero siempre hay maldad en sus comentarios, que triste es ver que exista gente con el derecho a mentir, con el fin de perjudicar a los que más nos están ayudando. Sin saber que sufris como todos dejando a tu madre, cuando más lo.necesita. pero vos velas por el prójimo y ello solo dicen calumnias e injurias a tu persona, dios los perdone.
Fuerza Euge, a no bajar los brazos, gracias por cuidarnos a vis y a todos tus compañeros. Dios los bendiga