Fue lo que señalo el presidente del Centro de Panaderos de Avellaneda, Gastón Mora, quien expresó su preocupación por la grave situación que atraviesa el sector, a raíz de la pandemia y el aislamiento social. «Bajaron las ventas un 50 por ciento. Es muy difícil sostener los negocios.»
“Si bien sabemos que el pan es un alimento de primera necesidad, la situación en el sector es gravísima. Muchas panaderías han bajado su producción en un 50 por ciento o aún peor, algunas cerraron sus puertas por no poder hacer frente ni a los gastos de las materia prima ni al pago a sus empleados. En otros casos, no les han entregado harina y se vieron obligadas a cerrar”, manifestó Gastón Mora dijo el presidente del Centro de Panaderos de Avellaneda y referente a nivel nacional del sector.
Según Mora, esta situación que golpea a la industria es acarreada del periodo político anterior que significó el cierre de 1500 comercios del rubro y dejó a 20 mil trabajadores en la calle a nivel país, y hoy solo sobrevive con la venta de pan, dejando de lado lo dulce:»Vienen sobreviviendo la mayoría de las panaderías solo con la venta de pan.»
Sobre las medidas adoptadas por el gobierno de Alberto Fernández que apuntan en principio a dar alivio a empresas y posibilitar continuar con las cadenas de pago, Mora dijo a Data Conurbano que estos anuncios «son buenos, pero son solo anuncios hasta ahora, necesitamos ver las cosas en las prácticas».
«Si bien apoyamos al nuevo gobierno con esperanzas, en este tema necesitamos que las medidas sean implementadas para aliviar el sector y podamos salir a flote», señaló, y consideró que son necesarias «otras medidas» que «oxigenen» a los panaderos.
«Necesitamos créditos para mantener el pago de los sueldos. Hoy las panaderías no tienen espaldas para amortiguar los gastos que han llevado adelante a muchas cerrar porque es más lo que pierden haciendo mercadería. En muchos otros distritos están pasando por la misma situación. La crisis se profundiza en el interior.»
Efectivamente, el referente de las panaderías confirmó a este medio la inflación escalonada de precios de insumos indispensables para el normal funcionamiento de las panaderías: «Calcula que una bolsa de azúcar de 5 kilos valía $1.350 y hoy sobrepasa los $3.000. La grasa estaba $700 pesos, hoy se fue a $1200; la harina valía $1000 y hoy, en caso que quieran entregar, vale $1500».
«Uno mira a futuro y lamentablemente no va a ser bueno, van a sobrevivir los que tengan un poco mas de cintura a la hora de generar una oferta para vecinos o barrios que se puedan mover un poco mas en el consumo, pero si lamentablemente esto se prolonga, en muchos casos se va a llevar al quiebre de panaderías porque muchas a venían con deudas que se suma a todo lo que se va a juntar pagar. Porque dicen vamos a congelar los alquileres, que es una medida extraordinaria suspender algunas cosas, pero es postergara futuro. Cuando todo esto termine, nos vamos a encontrar con mas deudas: alquiler, luz, gas», apuntó Gastón Mora y concluyó que «en muchos casos se van a contraer deudas con el tema de los empleados, así que hay que ver cómo se va a salir de esta situación, no solo panaderos, sino en toda la industria argentina».
