
La Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo ordenó la reinstalación cautelar de Pablo Placeriani, trabajador despedido por la petrolera Shell Raizen en enero de este año. El fallo reconoce su rol activo en la defensa del medioambiente y los derechos sindicales, y exige su reincorporación inmediata en la refinería ubicada en Dock Sud.
Este pronunciamiento se suma al dictado en julio en favor de Gustavo Michel, otro trabajador cesanteado en el mismo contexto, cuyo fallo aún no fue cumplido por la empresa.
Denuncias por despidos discriminatorios y contaminación
Placeriani denunció que Shell ejecutó despidos “discriminatorios” contra quienes impulsaban reclamos por mejores condiciones laborales. “La empresa tiene denuncias por contaminación ambiental, condiciones inseguras que se han cobrado vidas, y prácticas persecutorias. Este fallo confirma que Shell despide y contamina en la ilegalidad”, declaró.
El fallo judicial, firmado por los jueces Catani y Hockl, destaca el “compromiso del actor con la defensa del medioambiente” y con “el ejercicio regular de los derechos emergentes de la libertad y democracia sindicales”. Además, remarca que la Constitución y los tratados de derechos humanos se imponen por sobre cualquier legislación que habilite despidos discriminatorios.
Solidaridad y lucha colectiva
La resolución judicial llega tras diez meses de reclamos sostenidos por los trabajadores despedidos, quienes articularon sus demandas con otras luchas laborales y sociales como las de Georgalos, SECCO y jubilados. Diversas organizaciones de derechos humanos, ambientales, sindicales, culturales y políticas acompañaron el reclamo.
Desde estos sectores advierten que, si Shell continúa incumpliendo los fallos, se intensificará la campaña por la reinstalación efectiva de los trabajadores.





























