Se trató de una organización delictiva dedicada a pagar electrónicamente las boletas de servicios a los vecinos del barrio a través de identidades bancarias robadas. A los usuarios les cobraban en efectivo solo la mitad.
A raíz de un allanamiento efectuado en un domicilio de la localidad de Villa Centenario, se detuvo a una mujer de 36 años y un hombre de 40 al ser señalados como artífices de una modalidad de estafa electrónica por la cual se valían del vecindario del barrio a quienes les ofrecía el servicio de pagar impuestos.
Efectivamente, en el domicilio, lugar de residencia de la pareja, se dio con 7.400.000 pesos en efectivo, celulares, tablets, memorias y chips de telefonía, instrucciones para el pago electrónico y códigos de tarjetas de crédito.
Según se informó, la modalidad de estafa fue descubierta al ser divisada gente del barrio haciendo fila en este domicilio, siendo que la propiedad no presentaba cartel de comercio alguno, por lo que se montó un operativo para determinar la actividad que allí se realizaba.
Una vez determinado el objetivo y con pruebas reunidas, y a través de una orden judicial se desmanteló una banda que operaba a la vista de todos bajo la modalidad «Rapi» que consiste en pagar en forma electrónica las boletas de servicios de los mismos habitantes del barrio, valiéndose de datos bancarios robados.
En este accionar, la persona que se acercaba al domicilio con una boleta -por ejemplo de Edesur- con un monto de 2 mil pesos, cobraban mil en efectivo y efectuaban el pago con la tarjeta de un tercero.
A estas horas la justicia trabajaba para determinar la cantidad de estafas realizadas y el origen del dinero en efectivo.
