En estado de conmoción, habló el imputado en la causa por homicidio en legítima defensa luego del robo que sufrió en su casa que terminó con un un ladrón muerto.
En pleno arresto domiciliario, asesorado por su abogado Marino Cid y en compañía de sus hijos, habló Jorge Adolfo Ríos de 71 años, el jubilado que mató a un delincuente que había ido a robar a su casa: «Me siento mal hermano, no nací para matar a nadie. Se meten tres veces en la noche con que intenciones quería venir esta gente, cinco personas. Te podes imaginar que todo esto, yo digo que pasaba acá. Tengo a mi comadre que está al lado de mi casa, es una persona de 80 años y cuando se fueron y saltaron me toman de rehén. Pensé en mil cosas, mil maneras pero es lo único que te quiero decir. Yo no soy un delincuente».
«Mis condolencias totales pero era mi vida. Fue tan rápido todo que no sé», agregó.
Consultado por si sintió que corrió riesgo su vida en el robo, expresó: «Yo sentí que estuvo en peligro mi vida, tenía un destornillador que se lo agarré. De tanto luchar golpeó contra un palo del parral y ahí se cayó gracias a dios sino… fue todo tan fugaz que todavía estoy tratando de ordenarme como fue».
En un video que circuló en las últimas horas, se ve al delincuente tirado en el piso forcejeando junto a Ríos hasta que finalmente fallece tras un disparo. El jubilado, aclaró que «Fue un rato largo de lucha».
Después de la protesta realizada por la familia del delincuente en la puerta de su casa, se quebró: «Mis condolencias a la familia sobre todo, yo no sé si hago bien o mal en decirlo».
El caso
Jorge Adolfo Ríos fue sorprendido por tres delincuentes que ingresaron a su vivienda en la localidad de Quilmes y lo golpearon brutalmente para que entregara dinero. Para defenderse, extrajo su pistola Bersa Thunder calibre 9 mm de la cual tiene portación y tenencia habilitante y efectuó seis disparos. Dos de ellos lograron escapar, pero uno de ellos murió en uno de los disparos que efectuó el jubilado. Ríos quedó detenido por homicidio con exceso de legítima defensa.
La prisión domiciliaria fue otorgada por el juez Martín Miguel Nolfi y el fiscal de la causa, Ariel Rivas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del Departamento Judicial de Quilmes. El hombre tiene EPOC, tiene antecedentes de infarto y sólo tiene un riñón, por lo cuál se lo considera un paciente de riesgo.