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viernes, julio 26, 2024
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Escrache y hostigamiento por coronavirus: vecinos armaron un grupo de whatsapp para discriminar a una familia con un miembro infectado

Se trata de una familia de Gutiérrez, Berazategui, quienes sufrieron todo tipo de amenazas y escraches luego de que una ambulancia y personal con mameluco sanitario retiró a un miembro para su internación. “Aún no se sabía que mi papá tenía coronavirus. Hubo gente que registró eso y se encargaron de escracharnos y amenazarnos con pegarnos si nos veían en la calle.”

Fue impensable para esta familia el ataque que podrían recibir por parte de sus propios vecinos. Tal como viene ocurriendo (click acá y acá), suele ocurrir en la Región lamentables situaciones de amenazas, hostigamiento y escraches, y en este caso, las acusaciones se fueron multiplicando por redes sociales y hasta en un grupo de whatsapp creado solo para conjeturar formas en discriminar. Sucedió que, desde que una ambulancia con personal de salud vestidos con mamelucos sanitarios trasladó al padre de la familia con síntomas de lo que días más tarde se confirmó como covid-19, se corrió un fuerte rumor sobre los Abarracín y hasta se recomendó apartarlos del barrio.

Todo comenzó cuando el hombre (50), personal de seguridad bancario en una sede de Capital Federal, sintió dolor muscular y un estudio sobre su carga viral dejó abierta la puerta al diagnóstico de posible caso de dengue, situación que también atravesaba un compañero de trabajo. “A mi papá lo mandan a casa y se aisló, no permitió contacto con nosotros. Yo me encargué de avisar a la gente del barrio que tengan cuidado por el mosquito del dengue ya que mi papá podría estar contagiado”, señaló a Data Conurbano Florencia (25), quien con hermanos de 19 y 25, más una pareja de abuelos completan la familia.

“Al otro día (20 de abril), mi viejo empezó con fiebre y dificultades para respirar. Viene una ambulancia de la obra social y se lo llevan internado. Le hicieron una tomografía con diagnóstico de neumonía y días después se lo confirma como coronavirus”, contó Florencia.

Fue el mismo lunes 20, cuando el móvil sanitario se llevó a su padre que, según ella “vecinos vieron todo y lo registraron” para dejar la libre interpretación a que el traslado ya era por un caso confirmado de coronavirus por lo que a partir de esa fecha comenzó el hostigamiento.

“Pasamos unos días muy feos, porque mi viejo no tuvo un paso leve con el covid-19, sino que fue atacado de la peor manera. Estuvo en terapia intensiva asistido con respirador”, señaló la joven, y agregó: “En esas noches nos enteramos que alguien había armado un grupo de whatsapp en el que se encargaron de difundir los datos de la familia, la dirección, las fotos de la casa”.

Sin saber el drama que vivía la familia, en una barriada donde todos se conocen, la persona creadora del grupo se encargó de agregar a casi toda la vecindad y allí se dijo explícitamente que si veían a algún miembro de los Albarracín en la vía pública, “los vamos a cagar a trompadas”.

“No sé realmente a quién querían cagar a trompadas. Nos dolió todo eso. Notamos cosas raras, nos empezaron a observar, a espiarnos todo el día, diciéndonos que nosotros entrábamos y salíamos de casa.”

Hubo vecinos que alertaron sobre lo que ocurría, al mismo tiempo que se viralizaban datos geográficos. “Las noches en que peor estaba mi papá, recibimos amenazas de cuentas truchas. Nos dijeron que nos iban a cagar a tiros, a quemar las mascotas.”

Al noveno día, por haber estado en la casa con un caso que finalmente fue confirmado como coronavirus, fue personal del SAME a controlar la salud de los Albarracín y nadie presentó algún tipo de síntomas. Este movimiento también fue observado. “Yo publiqué que revelar datos geográficos de familias afectadas es un delito, por lo que las amenazas cesaron”, dijo Florencia, al mismo tiempo que aclaró que su padre, internado en un sanatorio capitalino evoluciona favorablemente.

“Hubo vecinos que se solidarizaron y otros que entraron en razón. Pero el desconocimiento de una persona fue el que sembró el miedo y buscó el rechazo hacia nosotros.» En este sentido, la joven aclaró que “una vez que pase esta situación”, se accionará legalmente contra las personas que revelaron información sobre la familia por violar normas de protección de datos personales.

“Nos quedamos con una sensación muy fea, jamás se nos hubiera ocurrido hacer algo así, como nos hicieron, sino todo lo contrario: comunicarnos si necesitan algo. Hay gente que conocemos de años que hizo esto. Podemos llegar a entender el miedo, pero no entendemos la agresión y el escrache.”

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