El historiador y su productora llegaron el predio de la UNLa para tomar imágenes que formarán parte de la película sobre el escritor, diplomático y político argentino, referente del pensamiento nacional y latinoamericano. La película se fines de septiembre o principios de octubre y cuenta con la participación de Leonardo Sbaraglia y Natalia Oreiro.
El reconocido historiador Felipe Pigna visitó el campus académico de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), en el marco de la filmación de la última parte de su documental sobre la vida y obra de Manuel Ugarte, escritor, diplomático y político argentino, referente del pensamiento nacional y latinoamericano.
Pigna e integrantes de su productora llegaron el predio de la UNLa para tomar imágenes que formarán parte de la película. Además de los espacios verdes que forman parte del amplio parque escultórico de la Universidad, recorrieron las oficinas y la biblioteca del Centro de Estudios de Integración Latinoamericana “Manuel Ugarte” y la biblioteca Rodolfo Puiggrós, donde se encuentra la obra de Ugarte.
Durante la visita, Pigna habló sobre el silenciamiento que todavía existe en torno a Ugarte y que el documental tiene como objetivo -en línea con lo que plantea la UNLa- reivindicar, recuperar y dar a conocer su obra por la fuerza y la importancia que continúa teniendo en nuestro contexto y presente.
El film cuenta con la participación de Leonardo Sbaraglia, quien personifica y pone su cuerpo y voz para algunos textos de Ugarte, y también de Natalia Oreiro.
Con el apoyo de Cancillería Argentina, la obra dirigida por Martín Pigna y Federico Molnar, contiene escenas en los distintos escenarios donde vivió Ugarte: México (donde fue embajador), Cuba, España, Estados Unidos, y las ciudades francesas de París y Niza (donde falleció en diciembre de 1951).
“El documental que recorre la vida y obra de Ugarte y va resaltando los puntos más importantes de sus aportes, además habla de su silenciamiento, sus viajes por toda Latinoamérica, su antimperialismo y cómo textos de él que tienen tantos años todavía tienen vigencia plena en nuestros días”, destacó Martín Pigna.
La película, próxima a estrenarse (calculan que para fines de septiembre o principios de octubre), contó con un importante aporte de la UNLa: una tarea de asesoramiento histórico del Centro de Estudios de Integración Latinoamericana “Manuel Ugarte” y entrevistas que se podrán ver en el film a su directora, Mara Espasande; a Francisco Pestanha, director del Departamento de Planificación y Políticas Públicas; Marcos Mele, secretario de Investigación y Posgrado de la UNLa, y al historiador e investigador Facundo Di Vicenzo.
“Fueron un poco las personas que más nos iluminaron para contar la historia de Ugarte, quienes más nos apoyaron durante toda la película para esto. Fue muy importante su participación”, completó Martín Pigna.
Manuel Ugarte
Manuel Ugarte nació en Buenos Aires en 1875. Formó parte de la llamada “Generación del 900”, un grupo de intelectuales que reflexionó sobre la realidad latinoamericana y los modos de hacer frente a la presencia imperialista en la región. A los veinte años de edad, funda La Revista Literaria, inspirada en la montevideana La Revista Nacional, de José E. Rodó, alrededor de la cual se nuclearon jóvenes poetas como el peruano Santos Chocano o el venezolano Rufino Blanco Fombona.
En 1897, en París, conoce a los socialistas franceses. Repudia la intervención de Estados Unidos en la Guerra de Cuba. Apoya la Revolución Mexicana. Se opone a participación de la Argentina en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial. Protagoniza la Reforma Universitaria de 1918 en Córdoba. Viaja por América Latina alentando la unidad y la emancipación de todo proyecto imperial. Es, quizá, el primero en advertir que la solución de los problemas sociales de nuestros pueblos solo podrá lograrse a través de la integración política de la Patria Grande.
El Partido Socialista lo expulsó dos veces por sus posiciones nacionales. Los grandes diarios lo ignoraron y las universidades lo excluyeron de sus programas de estudio, a pesar de que publicó más de 40 libros, desarrolló un pensamiento político propio y fue autor de una gran obra poética y literaria.
Los sectores liberales y la izquierda internacionalista, teórica y abstracta, prefirieron no escucharlo. Lo tuvieron en cuenta, en cambio, Augusto César Sandino, con quien se carteaba; Alberto Einstein, Miguel de Unamuno, Henri Barbusse, Máximo Gorki y Upton Sinclair, con quienes compartía la dirección de la revista Monde; y el primer gobierno peronista, que lo nombró embajador en México, en Nicaragua y en Cuba.