La escena es desconcertante: un comerciante asesinado en su locutorio, justo frente a la comisaría de Transradio, con más de cinco millones de pesos esparcidos en el suelo. ¿Robo fallido? ¿Ajuste de cuentas? ¿Algo más complejo?
La muerte de Luis Alberto Troche, de 56 años, ocurrida este sábado en la localidad de 9 de Abril, Esteban Echeverría, dejó al barrio en estado de shock y a los investigadores frente a un rompecabezas que aún no encaja.
El hecho ocurrió en Camino de Cintura al 6000. Fue una empleada de la farmacia lindera quien, alertada por una clienta, entró al locutorio y encontró a Troche agonizando en el baño, sobre un charco de sangre. La reacción fue inmediata: llamado al 911, patrulleros, ambulancia. Pero el comerciante murió camino al Hospital Santamarina de Monte Grande.
Dinero en el piso, silencio en la calle
Lo que parecía un intento de robo se volvió una incógnita mayor cuando los peritos hallaron más de cinco millones de pesos en efectivo dentro del local. ¿Por qué no se llevaron el dinero? ¿Qué tipo de vínculo había entre Troche y quienes lo acompañaban en sus últimos minutos?
Las heridas, según fuentes judiciales, podrían haber sido provocadas por un arma blanca o un elemento cortante hallado en el baño. La autopsia y las pericias serán clave para reconstruir lo ocurrido. Por ahora, no hay detenidos ni hipótesis firmes. La causa está en manos de la fiscal Verónica Ciffarelli y la DDI de Lomas de Zamora.
Entre la bronca y la incertidumbre
Mientras la investigación avanza, el barrio se moviliza. Comerciantes y vecinos convocaron una marcha frente a la comisaría de Transradio, exigiendo justicia y mayor seguridad. El reclamo incluyó un corte parcial de Camino de Cintura (Ruta 4), a la altura de Restelli, con desvío por la calle Santos Vega. La protesta no solo apunta a la violencia del hecho, sino a la sensación de desprotección en una zona que convive con la comisaría como paisaje cotidiano.
Luis Troche no era un desconocido: era una figura querida en la comunidad. “Siempre con la mejor actitud te atendía en su negocio”, escribió una vecina. “Tan buena persona, me desperté con esta noticia tan triste. Que se haga justicia”, publicó otra. En redes, el dolor se mezcla con la incredulidad.
Un caso que no encaja
La muerte de Troche no solo sacude por su violencia, sino por lo que deja sin decir. ¿Fue un crimen? ¿Un mensaje? ¿Un hecho que no entra en las categorías habituales de la crónica policial? En 9 de Abril, por ahora, lo único claro es la ausencia. Y la pregunta que persiste: ¿qué pasó realmente en ese locutorio?
