Un policía mató a balazos a un joven de 22 años al que acusó de intentar apuñalarlo cuando quiso identificarlo. Según confirmaron los investigadores, se trata del cómplice de otro delincuente muerto el domingo pasado por otro efectivo, y que era buscado luego de escapar durante el tiroteo. Fue ayer en el centro de Berazategui.
El hecho ocurrió el martes por la tarde, cerca de las 16.30, en avenida 14, entre calles 149 y 149, en pleno centro comercial de dicha localidad.
Todo comenzó cuando el joven se encontraba con un arma blanca y en un estado alterado, por lo que un oficial de la Policía local intentó identificarlo. Ante esta situación, el sospechoso comenzó a correr en dirección a calle 15 hasta que fue interceptado por el uniformado.
En esas circunstancias, y al verse rodeado por otros efectivos que le dieron la voz de alto, el joven se abalanzó sobre el policía, que extrajo su pistola reglamentaria Bersa Pro y efectuó dos disparos, uno de la cintura para abajo y el restante a una distancia menor a 50 centímetros.
El joven cayó baleado en el lugar luego de ser arrinconado sobre la vereda. Se investiga si otro de los policías presentes también le disparó, ya que en videos difundidos a través de las redes sociales se escuchan al menos cinco detonaciones.
El herido fue identificado por la Justicia como Diego Nicolás Arzamendia (22) y fue trasladado en ambulancia al Hospital Evita Pueblo de Berazategui donde falleció minutos después.
Los médicos constataron que el joven recibió dos disparos -uno en el abdomen y otro en la pierna izquierda- que le produjeron la muerte.
De acuerdo al testimonio de testigos, Arzamendia estaba «sacado» y «como loco» con el cuchillo antes de querer ser identificado por el policía, y al parecer, bajo el efecto de estupefacientes.
Asimismo, antes del enfrentamiento con el efectivo gritaba reiteradamente: «¡Estoy jugado, estoy jugado!», añadieron los informantes.
Posteriormente, los investigadores constataron que el joven era buscado acusado de ser el cómplice del delincuente muerto el domingo pasado en la intersección de las calles 156 y 44, también de Berazategui, cuando ambos se movilizaban en una moto, intentaron robarle a un efectivo de la Policía de la Ciudad y se originó un tiroteo.
El joven fallecido en ese hecho, identificado como Augusto Iturralde, tenía antecedentes penales por robo y homicidio y murió de un balazo que ingresó por la espalda, en una zona media, y se ubicó entre un pulmón y un riñón.
Arzamendia logró escapar corriendo durante el enfrentamiento y, de acuerdo a las fuentes, los familiares de la víctima estaban enojados con él porque era amigo de Iturralde y «lo dejó tirado».
Interviene en la causa la fiscal Silvia Borrone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 de Berazategui, quien dispuso que los peritajes en la escena del crimen sean realizados por miembros de la Gendarmería Nacional Argentina y caratuló el expediente como «homicidio en legítima defensa», por lo que al momento no adoptó ningún temperamento legal en cuanto al policía.