La Policía Bonaerense desalojó la permanencia pacífica de los trabajadores de La Nirva, quienes permanecían en la planta de Lomas del Mirador en resguardo de la maquinaria. Los delegados manifestaron que durante el procedimiento recibieron amenazas. La empresa no produce desde febrero, adeuda 7 meses de sueldo y entregó cheques sin fondos. «65 familias quedamos en la calle en plena pandemia», indicaron al portal LaNoticia1.
«Ya probaste el chiquito, ahora probá el ‘Grandote'», la publicidad favorita por excelencia de los argentinos ya no se escuchará en radio ni televisión. La fábrica La Nirva, que elabora los alfajores «Grandote» y de la marca «La Recoleta», bajó sus persianas y los trabajadores que permanecían acampando en la puerta de la planta de Lomas del Mirador fueron desalojados anoche por la Policía. El conflicto lleva más de siete meses y los empleados se encuentran reclamando el pago de salarios y aguinaldos adeudados por la empresa.
Marcelo, uno de los delegados de la fábrica, explicó a LaNoticia1.com que el dueño de La Nirva, Matias Perez Paradiso, lanzó cheques sin fondo y no da respuestas a los reclamos. «La fábrica nos adeuda 7 meses de sueldo y nos dio cheques truchos en forma de pago. Ahora estamos acampando hace una semana en la puerta de la fábrica y anoche se apareció la gente de la patronal, nos mandaron policías a amenazarnos y nos sacaron a todos con la excusa de la pandemia», indicó el trabajador ante los micrófonos de este portal.
La planta permanece cerrada. Desde febrero que no produce pero desde hace un año que arrastra problemas. De acuerdo a lo que indicó el delegado, los operarios reclaman el pago total de la deuda que son cerca de 18 millones de pesos, solamente en sueldos: «Como nunca tuvimos respuestas, los trabajadores permanecíamos en la puerta de la fábrica cuidando nuestros puestos de trabajo y al resguardo de las máquinas, porque los vecinos nos avisaron que estaban entrando camiones y se estaban llevando las cosas».
El próximo jueves habrá una nueva audiencia entre los trabajadores, representantes de la empresa y autoridades del Ministerio de Trabajo de la Provincia, donde intentarán destrabar el conflicto. «Todavía no llegamos a ningún tipo de acuerdo y ya casi no tenemos esperanzas de que reabra la fábrica. Hay 65 familias afectadas de las cuales, el 80 por ciento son mujeres. La situación es desesperante porque nos ocurre en plena cuarentena, donde ni siquiera podemos salir a buscar otro trabajo», concluyó Marcelo (LaNoticia1).
