Recordamos cuando el Gasolero enfrentó a Wanderers en el Beranger. Fue en los carnavales de 1928. Y terminó 2 a 2.
Tiempos aquellos en que el carnaval era la fiesta central de los veranos. Los barrios se vestían de fiesta con orquestas en vivo, muchos juegos de agua y hasta se levantaban palcos donde se otorgaban premios a las carrozas y los disfraces. En ese contexto, el 19 de febrero de 1928 Temperley enfrentó a Wanderers de Montevideo en el Alfredo Beranger y a estadio lleno.
Aquel estadio Celeste «solo contaba con el contorno que bordeaba el campo de juego como únicas instalaciones para el acceso al público, además de la casilla-vestuario situada en donde hoy se levanta el palco central de la platea. Delante de esta sencilla construcción había unos escalones que oficiaban de tribuna», describe Marcelo Ventieri, historiador del club y miembro del Departamento Histórico y Museo del Club.
Las crónicas de la época recuerdan que el local hizo un encuentro extraordinario que terminó 2 a 2.
Ventieri recuerda que «Luis Ravelo convirtió los goles de Temperley y que los orientales antepusieron su clásica garra e inclinaron el dominio del juego hacia el campo celeste, pero el arquero Crisanto López anuló uno a uno todos los intentos por vulnerar la valla. El primer tiempo finalizó con Temperley ganando por 2 a 0».
Promediando la etapa complementaria, los jugadores de Temperley denotaban cansancio y la presión uruguaya se hizo sentir. A los 25’ descontó Wanderers. Tomassin le dio un pase a Ferradas quien avanzó velozmente, gambeteando primero a Papa y luego a Sosa, cedió a Conti que con fuerte remate, rasante y esquinado, venció la resistencia de López (…). Poco tiempo después Tomassin habilitó a Figueroa y éste a Conti. Como no podía rematar efectuó un centro a media altura que Borjas desvió con un fuerte cabezazo, anidando la pelota en la red, por el lado derecho de López, precisa el historiador en su blog de crónicas.
Y pese al empate la fiesta habrá seguido por las calles en esas caravanas de carnaval de Momo y diversión. «El corso iniciaba desde Loria y Meeks, por esta hasta Laprida, continuaba hasta Manuel Castro, regresaba hasta H. Yrigoyen, luego seguía hacia el norte hasta Portela, y tras dar la vuelta a la plaza, se volvía al punto de partida», destaca Roberto Vicchio periodista e historiador, en su revista digital.
Por eso como escribió Luis Rubinstein en CARNAVAL DE MI BARRIO aquellos estribillos de los fanáticos habrán sido al compás de: !Carnaval de mi barrio!, / donde todo es amor,/ cascabeles de risa, matizando el dolor, /!carnaval de mi barrio!,/pedacito de sol, /con nostalgias de luna,/ y canción de farol». Y tampoco habrá faltado, claro está, el candombe para bailar…
Detalles
Marcelo Ventieri puntualiza: El partido comenzó a las 16.55 y el juez fue Consolato Nay Foino.
Temperley : C.López (cap.); M.Ugarte y H.Durruty; F.Risso, E.Sosa y A.Papa; P.Fernández, Remo Lucarelli, Fausto Lucarelli, L.Ravello y L.J.Sala.
Wanderers : F.Battignani; E.Loureiro y D.Tejera (cap.); A.Godoy, H.Tomassin y J.C.Labrada; M.Ferradas, N.Casanello, R.Borjas, N.Conti y R.Figueroa.
Goles : 23’ y 40’ Ravello (T). 71’ Conti (W). 76’ Borjas (W).
Juez : Consolato Nay Foino.
Entrada 50 centavos; tribuna oficial 1 peso
Imágenes, https://historiatemperley.blogspot.com/