El perrito varado en Ezeiza: Coco recibirá una vacuna antirrábica y luego de una cuarentena se decidirá su destino

Coco, el perro que está varado en Ezeiza desde el martes, recibirá una vacuna antirrábica para evitar que lo sacrifiquen. La disposición la tomó el Senasa, el mismo organismo que le impidió al animal entrar al país porque no tenía el Certificado de Veterinario Internacional ni la vacuna de la rabia al día.

Ahora, Coco será vacunado en un espacio cedido por la Aduana y permanecerá allí en cuarentena hasta que se decida su destino: si vuelve a Hungría, de donde vino con su dueño, o si ingresa al país.

El animalito pertenece a Franco Gavidia, argentino, quien hasta hace poco tempo vivía en Hungría y decidió regresar a la argentina debido a la situación que atraviesa el país europeo en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania. Preparó todo y embarcó junto a Coco, su perro.

Un auténtico drama burocrático

Según informó el sitito de TN, luego de 48 horas entre aeropuertos y vuelos, llegaron a Ezeiza el martes, pero se toparon con un inesperado y devastador panorama. Las autoridades del Senasa no dejaban ingresar a Coco al territorio por faltarle una aplicación de la vacuna antirrábica.

La “solución” que le ofrecen es deportar al animal o sacrificarlo, generando la lógica desesperados y el consecuente pedido de ayuda para que no sea ese el destino de la mascota. Desde entonces Gavidia, jugador de handball profesionalmente, llegó al país hace más de 35 horas al país y no se movió del aeropuerto.

“No veo a mi hija hace 8 meses, hoy es su cumpleaños, le traje a Coco que es su perro también, y no me dejan pasar”, se había lamentado.

“Acá no me dijeron concretamente que lo van a matar, pero con estas opciones es prácticamente lo mismo. Porque no lo van a aceptar en ningún país, por la vacuna”, relató Gavidia. “Además no tendría tampoco a nadie para que lo reciba en Hungría”, agregó.

“La jefa del Senasa acá en Ezeiza, con quien hablé desde el principio, me está tratando como un delincuente. Yo ofrecí pagar un veterinario si es necesario, y una multa o un lugar de cuarentena. Porque es algo que yo hice mal, pero quiero que se pueda solucionar acá”, aseguró el joven que vive en Córdoba.

“Pero Coco es parte de mi familia, no lo pueden deportar. Ahora no sé dónde está, porque se lo llevaron y no me dieron más información. Me sacaron como un delincuente”, insistió Gavidia.

En este sentido, también aseguró que le negaron un espacio para que el perro pudiese esperar o realizar una cuarentena. “Es una vergüenza que no tengan lugar para un perro chiquito. Tiene un año, es cachorro, está estresado”, sostuvo.

“Propuse todas las opciones. No me voy a mover de acá sin mi perro. Ahora está con desconocidos después de un viaje traumático. No pido que se haga nada ilegal, yo me hago cargo de todo, pero quiero que se quede en mi país conmigo”, pidió.

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