
Fue lo que señaló sin filtros el concejal avellanedense de La Libertad Avanza luego de las palabras del intendente Jorge Ferraresi en el acto de apertura de sesiones. «Aplaudirlo es como aplaudir al cajero porque te da el sueldo», graficó. Aseguró que los comedores reciben ayuda pero «sin intermediarios». La puerta abierta al PRO.
«No es es verdad el tema de la ayuda social. Lo que se está manejando –desde Capital Humano de la Nación– es la ayuda sin intermediarios. El problema es que los muchachos están acostumbrados a la cajita, a hacer negocios, hacer asistencialismo barato, a coaccionar a la gente para que milite y apoye a los espacios mediante el famoso bolsón de mercadería y eso es lo que se está cortando», opino el concejal por La Libertad Avanza de Avellaneda, Arnaldo «Pepo» Díaz, y agregó que «obviamente son las cajitas que hacen a la política rastrera de 16 años de kirchnerismo que siempre se aplicó».
«Se elimina al intermediario para que la ayuda le llegue a la gente que le tiene que llegar sin que la tomen como rehén.»
La opinión de «Pepo» Díaz se dispara luego del discurso del intendente Jorge Ferraresi al inaugurar el 111° período de sesiones ordinarias del HCD, acto en el que aseguró que «el retiro del Estado nacional empieza a notarse en nuestros barrios» y que «los comedores dejaron de recibir alimentos y el municipio tiene que sostener esa situación de vulnerabilidad que sufren los vecinos” (ver nota click acá).
«La ayuda llega a Avellaneda«, aseguró el concejal libertario en conversación con el programa radial Sin Retorno (lunes a viernes de 10 a 13 por GPS El Camino FM 90 .7 y AM 1260). «El problema es que el discurso siempre es el mismo, cuando ellos no gobiernan empiezan con la historia. Yo los invito a que caminen en el distrito y que vean en los comedores».
«La idea es dejar de lado la asistencialismo berreta, a los gerentes de los pobres que estuvieron durante tantos años, que los ‘Beliboni de la vida‘ dejen de administrar esa mercadería», declaró a lo que no dudó en aseverar que no solo Ferraresi sino también los demás intendentes que dan cuenta de la ausencia del estado en ayuda social «mienten o cuentan la historia que quieren contar, la que más les conviene, lo que les interesa contar«.
En otro aspecto, también sobre lo dicho por Ferraresi, «se trabajará muy fuerte para acompañar a cada vecino y sostener sus servicios gracias a la independencia que logramos con una matriz económica local sólida», Díaz minimizó el impacto de la frase: «Eso es más ni menos que el trabajo del intendente, administrar bien un municipio. Esto es como aplaudir al cajero porque te dio tu sueldo. Es que lo que tiene que hacer».
«Cada municipio debe administrar sus cuentas de manera correcta y con la transparencia», dijo y subrayó que «el tema de la obra pública es importante porque lo que está iniciado se va a seguir concretando con los atenuantes del caso», porque «hoy tenemos una argentina con economía que tiende a acomodarse y con el poder adquisitivo que se va a recuperar» y que «la desaceleración de la inflación va a tener su correlato en un montón de cosas, entre ellas obviamente la obra pública con precios reales, no como ha pasado en años anteriores«.
PRO
Ya en la recta final de la charla radial, se le preguntó a «Pepo» Díaz sobre la «buena onda» que se da con otros espacios opositores y si eso se puede cristalizar en el HCD de Avellaneda: «En el Concejo está el bloque Juntos por el Cambio lo preside Maximiliano Gallucci y hay un montón de cuestiones que en las cuales coincidimos , y con el bloque PRO presidido por Damián Paz también tenemos muy buen diálogo, una buena relación».
«Tenemos mucha más afinidad obviamente con la gente del PRO y llevamos adelante diálogos y si se da (una unión de fuerzas) es porque la gente ha tenido un voto concreto que es por un cambio y en la libertad avanza. Llegado el momento, si la situación lo requiere, bueno, se avanzará en ese en ese rumbo. No hay que cerrar la puerta nunca. La política es el arte del diálogo y bueno, nosotros por supuesto, avanzamos en ese sentido», concluyó.
Solo el 20% de casi 7000 comedores sociales rindieron cuentas presentando papeles legales