Un adolescente de 13 años resultó herido en su dormitorio por una bala perdida proveniente de un velorio tumbero en el sur del Gran Buenos Aires. El hecho ocurrió el miércoles y fue denunciado por la madre del menor, Patricia, quien describió el incidente como un milagro: «Dos centímetros más al lado, y le daba a mi nene en la cabeza», expresó, visiblemente afectada.
El proyectil, de poderoso calibre según estimaron los efectivos policiales, atravesó el techo de la vivienda, rebotó en la pared y terminó impactando en la pierna del adolescente, quien sufrió una herida leve. «El impacto fue tal que le hizo un hematoma», detalló Patricia.
Los vecinos del barrio habían reportado detonaciones de arma de fuego en la calle Recondo, donde se realizaba la despedida de un delincuente abatido en un enfrentamiento con las autoridades. Alertados por un llamado al 911, varios patrulleros acudieron al lugar y se sorprendieron por el daño causado.
La familia, compuesta por Patricia, su pareja y sus dos hijos, vive en una vivienda que solía ser un refugio seguro, pese a los constantes hechos delictivos en el exterior. Este episodio pone en evidencia la vulnerabilidad de los residentes ante la violencia en la zona.