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Aquel ramal olvidado del tranvía a caballos de Turdera al Hospital Español

Se habilitó el 8 de febrero de 1914. Se sumaba al recorrido tradicional que iba desde Turdera hasta la estación de trenes de Temperley. Por: Federico Gastón Guerra*

«La Turdera de hoy no tiene punto de comparación con aquella otra que tenía una laguna, un tranvía con caballos y una campana». Estas palabras fueron escritas por el Dr. Carlos Maria Martin, quien había sido director del Hospital Español de Temperley, en una carta dirigida a la comunidad en 1937 y publicada en la Revista San Pablo. Justamente el tranway habilitó el 8 de febrero de 1914 un ramal al hospital que está ubicado a la vera de las vías que actualmente unen Temperley con Haedo.

Del libro Loma de las Hormigas (Federico Gastón Guerra).

“La terminal de este medio de transporte vital para los inicios de este emprendimiento urbano se ubicó en la manzana irregular formada por avenida Luis Puig, Santo Tomás y Alvarado (en la actualidad se levanta la sala de Primeros Auxilios General Don José de San Martín). El 30 de octubre de 1913 se pide extensión de nuevos ramales y su electrificación. Llegan los servicios a cada hora hasta el anexo del Hospital Español de Temperley a partir del 8 de febrero de 1914 (…)”, detalla el investigador de Lomas de Zamora Luis Letizia.

Vale recordar que Turdera tiene su acta de fundación fechada el 30 de enero de 1910. Esa tarde se realizó una ceremonia que comenzó puntual 16.30 horas a la que no faltó nadie ya que “los coches eran insuficientes, tal era la afluencia de personas que llegaban ansiosas de participar de ese grato acontecimiento en aquellos silenciosos parajes”, describió el diario local LA UNION del 1 de febrero de 1910.

Tal la importancia, que ese acto recibió la adhesión del presidente de la República, Figueroa Alcorta, y la fiesta duró hasta bien entrada la noche en la residencia de las hermanas Inés y Eugenia Turdera, dueñas de las tierras.

Pasados los festejos, Riziero Preti solicita en abril de 1910 autorización al municipio para la circulación de un tranvía que uniera Turdera con la ciudad de Temperley. La concesión se la otorgan el 17 de junio de ese mismo año, me puntualizó hace un tiempo el arquitecto Aquilino González Podestá. En los meses previos al funcionamiento del tranvía, el primero corrió el 15 de abril de 1910, se había comenzado la construcción de la terminal.

Este estético tranvía, tirado por caballos, tuvo en su primer recorrido la finalización de sus vías en la intersección de las Av. 9 de Julio y Necochea (hoy Hipólito Yrigoyen), para poco tiempo después terminar en la estación de trenes de Temperley. Para ese entonces, la compañía de tranvías contaba con: “La estación (…) cubierta con techos de hierro galvanizado, poseía 10 vagones cerrados y abiertos, para invierno o verano respectivamente, y unos 49 caballos, dentro de una superficie de 830 m2”, escribí en el trabajo titulado Loma de Las Hormigas. Editado por el municipio de Lomas de Zamora, donde contaba los inicios de Turdera.

Cada hora
El servicio, resultó fundamental para el crecimiento poblacional. Por eso el 30 de octubre de 1913 se pide: tres nuevos ramales, su electrificación y, entre las ampliaciones, un nuevo recorrido hacia el Hospital Español, que a la postre es la única obra que se lleva a cabo con miras de progreso. El 8 de febrero de 1914 se inaugura este ramal oficialmente.

En un artículo de Loma de Las Hormigas redacté: “Los horarios del año 1914 señalaban, que el servicio era librado cada 20 minutos desde las 5 y 15 aproximadamente hasta las 0.15 según los meses del año. El ramal hacia el Hospital Español andaba cada una hora y también había servicios adicionales cada 10 minutos, pero desde la Estación de Temperley hasta la esquina de Vicente López y 9 de Julio. Estos horarios tenían ciertas curiosidades: ‘Los viajes de 10.05 p.m. en adelante harán el circuito a Turdera siempre que tengan pasajeros, exceptuando el de 12.05 a.m. que llegarán hasta 9 de Julio y Necochea (hoy Hipólito Yrigoyen)’».

Los recorridos del tranvía partían desde la esquina de la Av. Puig y Santo Tomás; para pasar, luego, por las calles (cuyos nombres actuales son) Agüero, Padre Bruno, Suipacha, Zapiola, San Buenaventura, Av. Hipólito Yrigoyen, 9 de Julio, siguiendo hasta la estación ferroviaria de Temperley; y el otro ramal hacia el Hospital Español, tomaba la Av. Hipólito Yrigoyen, Av. Antártida Argentina y doblaba en Lamadrid rumbo al hospital.

El tranvía dejó de transitar por el barro turderense, donde descarrilaba con frecuencia, en 1924, para dar paso a los primeros colectivos que circularon por la ciudad.

*el autor es periodista, escritor, historiador e investigador

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