A la espera de los anuncios que podrían dar permiso a la apertura de actividades, desde los gimnasios ya presentaron protocolos para volver a trabajar: distancia, higiene y la aplicación CUIDAR son algunas propuestas. Un sector en crisis que de a poco se recupera en el interior, pero que en el AMBA aún aguardan definiciones.
Los trabajadores y propietarios de gimnasios esperan novedades en torno a los próximos anuncios por parte del gobierno que podrían significar la reapertura de los salones de ejercitación en parte del AMBA cumpliendo estrictos protocolos de prevención de Covid-19 ya que el sector es uno de los tantos que vienen presentando propuestas “para una actividad segura” y de esta forma evitar el cierre de más locales que ya contabilizan 1.000 los que bajaron las cortinas desde el comienzo de la pandemia.
“Ya cerraron definitivamente 1.000 gimnasios de 8.000 del total que hay en el país. Ya no se puede más. Yo por mi parte voy a pelear hasta el final”, declaró a Data Conurbano Jorge Pastorale. “El sector está preocupado y los dueños nos fuimos organizando, y con médicos armamos el protocolo aunque sea para trabajar al 30% y los gastos sean elevados.”
Jorge hace 30 años que administra su propio gimnasio que a esta altura ya es un clásico de Vicente López en zona norte y, cayendo en el lugar común, “pasó por todas las crisis de los últimos años” y al tratarse de la pandemia, la incertidumbre persiste por ser una de las actividades, Pymes casi en su mayoría, que se desarrollan casi todas en lugares cerrados, aunque también hay que considerar que es necesaria para la salud ya que muchos médicos recetan a sus pacientes como parte de tratamientos las actividades supervisadas en gimnasios.
Por su parte, Florencia Luque, quien regentea con su familia dos gimnasios en Lomas de Zamora donde reunía 200 alumnos, compartió estas apreciaciones: “Es muy difícil lo que está pasando. Cuando comenzó esto no se sabía cuánto iba a durar, así que de onda mandé muchas rutinas a los alumnos en forma gratuita para poder ayudar a la salud mental de la gente, pero ya entregué todo el material”.
En el marco del pedido de apertura, un grupo de trabajadores y propietarios buscaron hacer patente esta situación el pasado jueves 9 de julio en el marco del banderazo convocado como epicentro en el Obelisco: “Ni anti cuarentenas, ni anti K, ni odiadores seriales, ni antivacunas, ni nada raro. Solo queremos volver a trabajar con un protocolo ya presentado y aprobado por profesionales médicos”, aclararon pese a haber sido una jornada teñida netamente de choques políticos.
Entre las propuestas se destaca para volver protocolarmente a la actividad en los gimnasios: amplitud horaria con entrenamientos por turno, clases de 50 minutos y 10 minutos de desinfección para completar la hora, ventilación permanente, distancia de cuatro metros cuadrados entre alumnos, kits de higiene personal, ficha completa de alumnos, medición de temperatura, limpieza de calzado y manos al ingresar y salir del recinto, socios exclusivamente con la aplicación CUIDAR en celulares, entre otras.
“Llevamos cuatro meses sin trabajar y es nuestro sustento, dijo Florencia en una voz que se suma a miles más, y Jorge concluyó: “Por mi parte no me parece bien pedir subsidio o una ley de quiebras. Estoy subsistiendo con un crédito que hay que pagar, pero lo mejor es ajustarse a la realidad, abrir y trabajar.”
Creo que deben darle la oportunidad de volver a sus trabajos tomando los recaudos correspondientes