Cáncer de Pulmón: las claves para detectar a tiempo el tumor más mortal en la Argentina
En el país se registran 8.400 muertes y más de 12 mil casos nuevos por año. La mayoría de los diagnósticos se da en estados avanzados, cuando los tratamientos son menos efectivos. Por eso los expertos fomentan campañas de concientización y programas de detección precoz para reducir el impacto sanitario y económico de la enfermedad.
En el Día Mundial de la Salud, que se conmemora este 7 de abril, es prioritario el abordaje de aquellas enfermedades que tienen mayor impacto en el bienestar de la población y en la economía de los países. En ese contexto, el cáncer de pulmón constituye un tema central en la agenda. No sólo porque es el tumor que más muertes provoca en la Argentina, sino porque a pesar de las campañas que buscan promover la prevención y difundir información para generar conciencia, pocas veces se logra diagnosticarlo en las primeras etapas de su desarrollo, cuando las chances de controlarlo y hasta curarlo son más altas.
“La mayoría de los pacientes llega al consultorio en estadios avanzados de la enfermedad. Esto se debe a que este tumor suele ser asintomático en sus primeras fases, y los síntomas recién aparecen cuando ya está avanzado”, explica el médico especialista en neumonología José Luis Morero (MN 52120), jefe de la sección Neumonología y Coordinador del Programa de Detección Precoz de Cáncer de Pulmón del Instituto Alexander Fleming (IAF).
El experto detalla que entre el 30% y el 40% de los pacientes son diagnosticados en estadio IV (metastásico), cuando el cáncer ya se diseminó a otros órganos. Otro 30% aproximadamente llega en estadio III, donde el tumor invadió ganglios linfáticos o estructuras cercanas. En tanto, el menor porcentaje de los casos es diagnosticado en sus etapas iniciales, generalmente por hallazgos incidentales en estudios de imágenes.
“Estas cifras muestran que la detección temprana del cáncer de pulmón aún es muy limitada. Esto se atribuye a factores como la falta de información, ausencia de políticas preventivas y escasez de programas de detección precoz”, agrega el doctor José Luis Morero. A esto se suma que las señales de alerta de esta patología (principalmente tos, dificultad para respirar, pérdida de peso, dolor torácico) suelen confundirse con otras enfermedades respiratorias.
Un grave problema de salud
El cáncer de pulmón constituye un problema de fondo en la salud pública argentina, tanto por su impacto en la mortalidad como en la economía del país. Según las últimas estadísticas oficiales, que son de 2022, se registran 8.438 defunciones por este tumor al año, con una mayor incidencia en varones (62%) y predominancia en personas mayores de 45 años. Cada año se registran más de 12 mil nuevos casos anuales, por lo que es el tercero en incidencia.
”Es la principal causa de muerte por cáncer en Argentina en hombres y la segunda en mujeres. Si bien es más frecuente en hombres, su incidencia ha aumentado en todo el mundo en mujeres, por un lado asociado al aumento de la incidencia de tabaquismo y también a causas no dilucidadas”, plantea el doctor Claudio Martin (MN 82958), jefe de Oncología Torácica del Instituto Alexander Fleming. El mayor incremento en la población femenina en nuestro país se dio entre 2002 y 2015, con una suba media del 2% anual, mientras que en los últimos años la tendencia parece empezar a revertirse lentamente.
El consumo de tabaco es el principal factor de riesgo, a tal punto que está asociado al 90% de los casos diagnosticados. Además, factores ocupacionales como la exposición al asbesto y a humos industriales, así como antecedentes de enfermedades pulmonares crónicas, incrementan la susceptibilidad a esta patología oncológica.
“En los no fumadores se ha asociado el cáncer de pulmón al radón. Es un gas inerte presente en la corteza terrestre, que es incoloro e inodoro y puede acumularse especialmente en sótanos. No existen en Argentina mediciones exhaustivas de su presencia. Una conducta preventiva es tener los domicilios y ámbitos laborales ventilados. La polución ambiental también es considerada un factor que aumenta la incidencia del cáncer pulmonar”, agrega el doctor Martín.
A esto se suma el fuerte impacto económico que genera este tumor. El tratamiento del cáncer de pulmón representa cerca del 19% del gasto total en salud destinado al tratamiento de todos los tipos de cáncer en el país: estudios recientes estiman que la carga económica anual en Argentina es de aproximadamente 556 millones de dólares.
La necesidad de impulsar la detección precoz
“La detección temprana del cáncer de pulmón es fundamental para mejorar las perspectivas de cura y la supervivencia de los pacientes. Este cáncer es la principal causa de muerte por neoplasias a nivel mundial, y su pronóstico depende en gran medida del estadio en el que se diagnostique”, remarca el doctor Morero. El especialista destaca que hay cuatro factores principales que cambian radicalmente cuando el diagnóstico llega a tiempo.
– Mayor posibilidad de tratamiento curativo: en estadios iniciales (I y II), la cirugía con intención curativa (lobectomía o neumonectomía) es una opción viable. En algunos casos, la radioterapia estereotáctica y la terapia dirigida pueden erradicar la enfermedad.
– Mejor supervivencia: la tasa de supervivencia a 5 años en estadio I puede superar el 60-80%. En cambio, en estadio IV, la tasa de supervivencia a 5 años es menor al 10%, debido a la diseminación del cáncer.
– Menos necesidad de tratamientos agresivos: en etapas tempranas, los tratamientos son menos invasivos y tienen menos efectos secundarios. Por el contrario, en estadios avanzados, se requieren terapias sistémicas (como quimioterapia e inmunoterapia) que pueden afectar la calidad de vida.
– Impacto en la mortalidad: programas de cribado con tomografía computarizada de baja dosis (TCBD) en personas de alto riesgo (fumadores o exfumadores) han demostrado reducir la mortalidad por cáncer de pulmón en un 20-24%. Se recomienda especialmente para personas con alto riesgo de padecer cáncer de pulmón, como fumadores actuales o personas que han fumado mucho en el pasado.
“El objetivo es identificar el cáncer en estadios en los que aún se puede intervenir y ofrecer opciones de tratamiento que mejoren las probabilidades de curación o control a largo plazo. Los programas de cribado en poblaciones de riesgo son clave para aumentar la detección temprana y reducir la mortalidad”, remarca doctor Lisandro Paganini (MN 113248), subjefe del Departamento de Diagnóstico por Imágenes del Instituto Alexander Fleming. El centro especializado en oncología es pionero en la implementación de un programa de detección precoz de cáncer de pulmón en Argentina y Latinoamérica con tomografía computada de baja dosis de radiación. Comenzó en 2016 y actualmente son más de 280 pacientes que han ingresado.
¿A quiénes se apunta este tipo de programa? “Está dirigido a personas entre 50 y 80 años que fumen o hayan fumado en los últimos 15 años. Se trata de tabaquistas de mayor riesgo que hayan fumado por ejemplo 40 cigarrillos por día en los últimos 10 años o 20 cigarrillos por día en los últimos 20 años o proporción equivalente. Es decir, son personas con una carga tabáquica importante. Otros factores de riesgo adicionales que se tienen en cuenta son enfermedades asociadas como el enfisema o EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y la fibrosis pulmonar. El programa incluye también asistencia al paciente para dejar de fumar y esto tiene múltiples beneficios para su salud además de la prevención del cáncer de pulmón”, explica Morero.
El abordaje de los pacientes demanda el trabajo de un equipo multidisciplinario en patología torácica, que discute en cada caso cuándo es necesario tomar alguna medida terapéutica. En el caso del IAF, el programa está integrado por especialistas en neumonología, cesación tabáquica, diagnóstico por imágenes, anatomía patológica, cirugía de tórax, radioterapia, oncología, psicología, enfermería y personal administrativo. Al ingresar a un programa de detección precoz, el paciente presta su consentimiento para realizarse al menos una tomografía computada de baja dosis de tórax anual y se lo asiste también para que pueda comenzar un programa progresivo de abandono a la adicción al tabaco, en caso de que aún siga fumando.
Además del beneficio directo de diagnosticar a tiempo la enfermedad, la implementación de este tipo de programas de screening aporta una mejora económica para la sociedad, ya que aunque la implementación puede implicar costos iniciales, a largo plazo reducen los gastos en tratamientos de las etapas avanzadas de la enfermedad, que suelen ser más costosos. “Abordar el cáncer de pulmón en Argentina requiere un enfoque integral que combine prevención, diagnóstico temprano, tratamiento efectivo y apoyo continuo a los pacientes, con el objetivo de reducir su impacto en la salud pública y la economía nacional”, concluye el doctor Morero.