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Valentín Alsina: prisión preventiva para presunto parricida que en Navidad descuartizó a su papá

El hombre quedó preso como presunto autor de un «homicidio agravado por el vínculo» de su padre Atilio Pachu (83), un delito contemplado en el artículo 80 del Código Penal y que prevé como única pena la prisión perpetua.

La Justicia impuso prisión preventiva a Alexis Pachu, el cocinero que desde la última Navidad está preso acusado de haber asesinado y descuartizado a su padre de 83 años, cuyos restos aparecieron escondidos en un domicilio y dentro de una valija abandonada en una plaza de la localidad bonaerense de Valentín Alsina, informaron este viernes fuentes judiciales.

La resolución fue adoptada por el juez de Garantías 4 de Lanús, Esteban Pablo Baccini, quien hizo lugar a un pedido formulado por los fiscales que heredaron la causa, Oscar Maidana y Mariela Montero, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 8 de Violencia Familiar y de Género de Lanús.

Pachu hijo, de 46 años, quedó preso como presunto autor de un «homicidio agravado por el vínculo» de su padre Atilio Pachu (83), un delito contemplado en el artículo 80 del Código Penal y que prevé como única pena la prisión perpetua, que no permite la posibilidad de pedir libertad condicional y equivale a 50 años de cárcel.

La imputación que hizo el fiscal original del caso, Martín Rodríguez, y que ahora quedó plasmada en la resolución judicial a la que accedió Télam, señala que «en día y horario no determinado con exactitud empero en el plazo que corre desde las 18 del día 24 de diciembre de 2023 hasta el día 25 de diciembre del año 2023 a las 3.40, en el interior del departamento nro. 2 (B) – planta baja-, ubicado en calle Farrel 433 de la ciudad de Valentín Alsina, Alexis Duilio Pachu ejerció, con evidente intención de causar la muerte, violencia física compatible con un mecanismo de asfixia contra su progenitor -Atilio Pachu-, hasta ocasionar su deceso».

«Así las cosas, continuando con su accionar delictivo, el encartado, procedió a seccionar el cuerpo de la víctima con armas blancas, extrayéndole la cabeza, ambas manos, así como tibia-peroné y uno de sus pies», dice la descripción del hecho.

Por último, señala que «procedió a ocultar los miembros desprendidos del cuerpo del damnificado -su padre- en la vivienda aludida y el resto de la integridad física colocarlo en una valija de color negra, la que, tiempo después (en horas de la madrugada de Nochebuena), fue dejada y abandonada por el propio Alexis Pachu en las inmediaciones de la plaza Mendieta Bassi ubicada en las arterias República Argentina y Paso de la Patria».

Fuentes judiciales informaron a la agencia Télam que la medida ya fue apelada por la defensa del presunto parricida, mientras los fiscales pidieron fecha para un cúmulo de pericias que aún están pendientes, entre ellas, el examen psiquiátrico y psicológico más profundo para evaluar la salud mental del acusado y establecer si comprende la criminalidad de sus actos y si dirige sus acciones.

Las pericias
La clave de esta causa serán los resultados de algunos peritajes complementarios a la autopsia donde el director de la morgue judicial de Lomas de Zamora, el médico forense Adalberto Daniel Bonvicini, concluyó que la muerte de Pachu padre fue producida por «mecanismo violento», que la causa probable era una «asfixia» y que el descuartizamiento se produjo post mortem.

Esto se contrapone con la autoincriminación espontánea que Pachu hijo formuló delante de personal policial y de uno de los testigos del procedimiento en su domicilio, cuando dio a entender que no lo había asesinado, que su papá había tenido una muerte natural y que solo había querido deshacerse del cuerpo.

Según la resolución del juez Baccini -a la que accedió Télam-, en esa ocasión el imputado dijo: «Ya estaba muerto mi papá Atilio, yo solamente lo corté en partes y lo tiré en la valija para seguir cobrando la jubilación».

Incluso, en su resolución, el juez menciona que en el dormitorio del detenido la policía halló los documentos de víctima y presunto victimario, un teléfono en un cajón, dinero y seis cuchillos.

Otro detalle desconocido hasta el momento de la causa y que está en el documento judicial es que, al inicio de la investigación, tanto el primer vecino que abrió la valija hallada en la plaza como los primeros policías en llegar, confundieron el cadáver de la víctima con «un perro muerto» o un «chancho», hasta que uno de los uniformados volteó la valija y apareció «un pie humano».

También están descriptos los hallazgos de los restos cadavéricos descuartizados que faltaban de la valija y que la policía encontró en el domicilio de la calle Farrel 433.

«En el interior de un congelador de una heladera ubicada en la cocina se encontraban dos bolsas de nylon color negro, en una había una cabeza humana – que a la postre se determinó que pertenecía a Atilio Pachu-, y en la otra una tibia y peroné y un pie derecho», describe el juez.

El magistrado también destaca que «de igual manera se secuestró del patio trasero del departamento, una bolsa de nylon color negro conteniendo en su interior dos manos».

Este homicidio fue descubierto la madrugada de la última Navidad, en una plaza ubicada en la esquina de República Argentina y Paso de la Patria de Valentín Alsina, partido de Lanús, en el sur del conurbano, donde un vecino que vive a los pocos metros llegaba a su casa y observó una valija negra de grandes dimensiones tirada que contenía parte de un cadáver.

Peritos de la Policía Científica determinaron que se trataba del cuerpo incompleto de un hombre mayor, delgado y al que le habían amputado la cabeza, las manos y la pierna derecha de la rodilla para abajo.

Tras el hallazgo, los investigadores comenzaron a analizar las imágenes de las cámaras de seguridad de los alrededores y establecieron que la valija fue arrojada en la plaza alrededor de las 3.40 por un hombre.

Al continuar con el análisis de esos videos los detectives reconstruyeron el recorrido inverso que hizo bajo la lluvia el hombre en remera, bermuda y gorra que trasladó la valija con rueditas y así arribaron hasta un complejo de dúplex en la calle Farrel 433, a unos 250 metros de la plaza, donde detuvieron al cocinero Pachu y establecieron que la víctima era su papá.

En los pisos se hallaron «signos de arrastre» pero la mayor sorpresa surgió cuando la policía y los peritos abrieron el freezer de la heladera y allí encontraron lo que faltaba: la cabeza embolsada y la pantorrilla y el pie derecho de la víctima.

En tanto, en el lavadero se encontró otra bolsa con las manos amputadas al cadáver.

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