Se trata de 1500 trabajadores de General Urquiza y Sierras de Córdoba quienes, a sus sueldos pagados en forma diferida les adeudan el último mes y ven que no hay iniciativa a generar protocolos de cara a reanudar el servicio en un futuro próximo. “El único protocolo que presentó la empresa es la de eliminar los auxiliares y el catering.”
Esta mañana, un nutrido grupo de trabajadores se manifestaron en la sede de los talleres de la firma Chevallier en Luján al 2600 en el barrio porteño de Barracas, lugar donde se encuentran las oficinas de las empresas General Urquiza y Sierras de Córdoba, ambas del grupo Flecha Bus, para reclamarles por el pago de haberes y por la presentación de un protocolo que apunte al regreso de las actividades en un futuro cercano.
“A raíz del decreto presidencial, no estamos trabajando desde el 20 de marzo y desde el comienzo de la pandemia de Covid-10 tuvimos problemas por los cobros salariales”, señaló a Data Conurbano Fabio Martín, delegado gremial, quien además pormenorizó: “A marzo, en plena temporada, si bien no se trabajó en la totalidad del mes, lo cobramos en cuotas hasta el 15 de mayo. Tuvimos abril y mitad de mayo para cobrar febrero.”
“La empresa nos debe las horas extras de febrero, los feriados de febrero y marzo, y a los compañeros de taller las guardias trabajadas. Recién en mayo, el 15, la organización gremial (UTA) hizo un acuerdo con el Ministerio de Transporte y la Cámara empresaria para encuadrar nuestra situación, y se acordó suspendernos los contratos laborales para que percibamos una ayuda de emergencia de 32 mil pesos. Esa ayuda de abril que la firmamos en mayo la cobramos el 15 de junio. Mayo cobramos a pocos días de junio, y julio aún no terminamos de percibir”, indicó el referente de los poco más de 1500 trabajadores de la General Urquiza y Sierras de Córdoba distribuidos en Buenos Aires, Tucumán, Santiago del Estero, Rosario y Córdoba.
A todo esto, según lo indicado por Martín, el grupo empresarial argumentó no haber recibido subsidio estatal tal como se había acordado para completar el pago salarial, por lo que los empleados solo recibieron la ayuda del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) “y otra parte la paga la empresa con fondos del estado”.
“Las empresas aducen que esos fondos no les llegaron, por lo que se negaron a pagar aguinaldo, que finalmente lo terminó pagando el estado”, dijo el sindicalista.
A esta situación se le suma el hecho que los operarios ven que existe “poco interés” en pensar en la post pandemia, momento en que se debería volver a permitir circular al transporte de pasajeros de larga distancia con protocolos.
“La preocupación de los trabajadores es que no vemos que los empresarios planeen protocolos para iniciar la actividad. La Cámara empresaria presentó uno, pero piden sacar al auxiliar de abordo y al catering. Parece una cargada, ya que esta es una aspiración veja de las Cámaras para achicar gastos.”
De acuerdo a lo manifestado, desde los talleres tampoco ven novedades, ya que no se instalaron cámaras sanitizantes ni se contempló al momento la colocación en las unidades de ozono, tal como tienen las ambulancias y el transporte en otras partes del mundo.
“Sabemos que transportar pasajeros es transportar el virus, pero cuando llegue la temporada ellos, los empresarios, los intendentes y los gobernadores van a querer reanudar el trabajo, pero antes necesitamos respuestas.”
El delegado se llama Fabio Martín. No «Fabián Martín».
Ahí que hacerlo viral
Esta perfecta la medida que están tomando la gente quiere trabajar y es un derecho constitucional que un persona tenga su trabajo y que lo desarrolle con toda tranquila.
Lo que es una vergüenza que se sigan pagando sueldos y aguinaldos con los subsidios este dinero lo tiene que generar la misma empresa si no dan los costos que se pogan un kiosco y listo. La gente tiene que llevar el pan de todos los días a sus familias y debe de gozar de sus correspondientes vacaciones legalmente.
Un abrazo grande