Con la presencia de secretario de AFA Cultura, Néstor Vicente, representantes de clubes y del Departamento Histórico y Museo del Club Atlético Temperley se realizó un encuentro por el primer Aniversario del Museo Celeste. Una historia de pasión.
El color celeste que lo tiñe todo. Ahí en la sede del Club Atlético Temperley. Avenida 9 de Julio 360, el Museo Charly Piesco muestra la historia de una institución que sabe de hazañas y de pasión. “El objetivo de este espacio es acercarle la historia del club Temperley a todos sus socios y simpatizantes. Tanto del fútbol de todas sus disciplinas a lo largo de la historia y de algunos aspectos de una ciudad donde fue creciendo nuestra institución”, explicó José Piesco, hermano de Charly, e integrante del Departamento Histórico y Museo del club quien lució emocionado por este Primer Aniversario. “Charly Piesco” fue un apasionado simpatizante Celeste, quien falleció muy joven, y que durante toda su vida coleccionó objetos vinculados con la institución de sus amores.
En el acto aniversario habló Federico Gastón Guerra, periodista e integrante del Departamento Histórico y Museo del Club quien dejó una semblanza sobre su adolescencia futbolera y su pasión por el fútbol y sobre aquellos “escuditos de metal que guardo como joyas en una de esas cajitas donde se duermen las joyas. Y están mezclados los de Ferrocarril Urquiza (hoy UAI) en forma de locomotora, con uno de Boca Juniors en forma de pelota de tiento, otro de Leandro Alem que es como uno de los clásicos, y aquel de Vélez Sarfield con los viejos colores verde y rojo. Del querido Celeste los tengo en varias presentaciones, y siempre cerca de mi pecho como las nubes que acarician el cielo”.
Carlos Algeri, periodista y escritor, leyó el cuento sobre Alejo Escos, ídolo Celeste, que integra el libro Historias de los hinchas y sus ídolos, editado recientemente por AFA Cultura: “Mis primeras imágenes del fútbol son las gambetas de Alejo Escos, ese colorado atorrante, mezcla de Ronaldinho y Messi, que jugó en la época equivocada. Medias caídas, cabello a lo Brian Jones, la pelota se enamoró de esa derecha capaz de apilar muñecos en una mancha de aceite o de meter un pase de gol por el ojo de una aguja”, remarcó.
Por su parte Piesco, agradeció a quienes día acompañan al Museo para su engrandecimiento y destacó que en las vitrinas se puede observar desde “la gloria de los ascensos, el período de la quiebra hasta las frustraciones de los descensos y las acciones de la vida social y deportiva del club; por eso queremos ser a partir de este espacio como los guardianes de todo ese pasado”.
En sus palabras Néstor Vicente, secretario de AFA Cultura, felicitó la labor realizada en el Museo Charly Piesco y remarcó que “el amor no es anónimo y ese es el valor esencial que se impregna en el ambiente deportivo, social y cultural que se transpira en un club. El club es la suma de sus socios, de su historia, de sus logros y fracasos, de sus leyendas y personajes. El club, como el amor, no es anónimo, es de los socios”.
Las voces que acompañaron la jornada coincidieron que el crecimiento del Club Atlético Temperley estuvo impulsado en sus inicios por sus socios fundadores y los centenares de seguidores. Y es en esas paredes donde está el museo del club luego de muchas obras de remodelación que mejoraron las instalaciones de lo que fue la primera presidencia, sin alterar la esencia de los primeros años.
Sin dudas, una noche donde la pasión, las emociones y los recuerdos ganaron por goleada…
Fotos Gentileza Departamento Histórico y Museo del Club Atlético Temperley
Una muy linda nota.