
Hace un año sufrió un incendio que dejó daños estructurales un amplio paredón que provocó que se corte la Avenida Armesti. A raíz de eso sufren robos y los comercios venden menos. Aseguran que las actividades en el establecimiento continúan pese a las clausuras.
Vecinos y comerciantes linderos al ex Frigorífico Pedro Hermanos de la localidad de Temperley se encuentran sumamente preocupados por la situación estructural del mismo.
Paso casi un año del incendio en el establecimiento que ocasionó el peligro de derrumbe del paredón sobre la Av. Armesti lo que trajo múltiples trastornos: un significativo aumento de robos, la formación de basurales sobre la vereda del establecimiento y el obligado cambio de recorrido de la línea 266 ramal 5, ya que la Avenida está cerrada entre Paul Groussac y Enrique Muiño.
Después del incendio, el colectivo circula por una zona insegura donde los vecinos sufren asaltos a diario y son presas de motochorros.
Por si fuera poco, el bloque de la Avenida Armesti generó pérdida de clientes en los comerciantes dado que se trata de la arteria principal de circulación del barrio y un lugar donde muchos clientes compraban de «pasada».
Los vecinos y comerciantes tuvieron una reunión en febrero con concejales y funcionarios. Les dejaron un petitorio que prometieron tratar en el HCD. Los funcionarios prometieron impulsar medidas judiciales contra los poseedores del predio, de los cuales no se conoce su identidad.
Actualmente, la actividad sigue en el ex frigorífico (sin importar que fue clausurado dos veces) como playón de estacionamiento sin importar el peligro de derrumbe.
El ex Frigorífico Pedro Hermanos presentó quiebra a mediados de los 90, tras pérdidas económicas y demandas judiciales. Pero, siguió funcionando albergando diversas actividades pero ninguno prosperó dadas las irregularidades que presentaban. La más conocida fue la cooperativa la Victoria, que fue dada de baja por el INAES y por el ministerio de Agricultural en el 2017 por no cumplir con lo que respecta a la ley.
Con el paso del tiempo, la vieja estructura se vació, quedando el «esqueleto» de cemento. En la madrugada del 5 de septiembre del 2019 se produjo un incendio en el edificio que no pasó a mayores gracias al rápido accionar de los bomberos pero dejó como consecuencia una pared de casi 20 metros de altura con peligro de derrumbe, eso trajo múltiples problemas para los vecinos que ahora piden soluciones a las autoridades: hechos, no palabras.