
El fotoperiodista Pablo Grillo será dado de alta este martes 3 de junio del Hospital Ramos Mejía, después de casi tres meses de internación tras ser gravemente herido durante la represión a una marcha de jubilados frente al Congreso el pasado 12 de marzo.
Un proyectil de gas lacrimógeno lo dejó al borde de la muerte
Grillo sufrió el impacto de un proyectil de gas lacrimógeno disparado por Gendarmería Nacional, que golpeó su frente mientras cubría la manifestación. La gravedad de la lesión lo llevó a una internación prolongada y a múltiples intervenciones quirúrgicas, entre ellas una operación por hidrocefalia y la colocación de una válvula de drenaje.
Su recuperación y el traslado a un centro de rehabilitación
La cuenta de Instagram “Justicia por Pablo Grillo” informó que el fotoperiodista será trasladado al Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, donde continuará con su tratamiento.
«Una alegría en este infierno», expresaron sus allegados, quienes han acompañado su evolución desde el incidente. A pesar de las complicaciones médicas, su recuperación ha sido favorable y su familia agradeció el apoyo recibido en estos meses difíciles:
«Gracias eternas por el cariño, el apoyo y acompañamiento», expresaron en redes sociales.