
Marcelo Ramal, candidato a diputado por Política Obrera en la Tercera Sección Electoral, lanzó duras críticas contra el gobierno nacional tras el fracaso en la última licitación de deuda pública, señalando un profundo déficit de financiamiento que contradice el discurso oficial de equilibrio fiscal.
Según el dirigente, el 30% de la deuda ofrecida —3 billones sobre un total de 10,5 billones de pesos— no consiguió renovarse, a pesar de tasas de interés del 66% anual y vencimientos a 15-45 días. Advirtió que en agosto y octubre vencen obligaciones por 27,5 y 61,5 billones de pesos, respectivamente, lo que equivale a unos 40 mil millones de dólares.
Ramal consideró que el supuesto superávit fiscal es una “superchería de caja” que excluye el pago de deuda pública, y sostuvo que la situación del Tesoro “abre las puertas a la hiperinflación”, luego de que bancos y fondos comunes boicotearan la refinanciación ante el riesgo de un default.
También cuestionó el estado de las reservas internacionales: “El Banco Central tiene una deuda neta superior en 8 mil millones de dólares al efectivo disponible”, lo que imposibilita su uso para sostener la estrategia financiera del gobierno.
Ramal acusó al oficialismo de utilizar “la solvencia como disfraz electoral”, señalando que los mismos sectores que denunciaban la amenaza inflacionaria “hoy representan ese mismo peligro”.
Como contrapunto, propuso un “programa socialista” que incluya el desconocimiento de la deuda externa, monopolio estatal del comercio exterior, obras públicas financiadas por impuestos progresivos, y medidas para suspender despidos y redistribuir el trabajo sin afectar los salarios.