
Pamela Bonarisco fue embestida por un auto, quedó herida en la calle y fue robada por desconocidos. El conductor fue identificado, pero sigue en libertad.
Pamela B., una joven motociclista de 23 años, vivió una secuencia de violencia urbana que expone el desamparo en múltiples capas. El pasado 15 de septiembre, mientras circulaba por la intersección de Los Andes y Morazán, en Villa Fiorito, fue atropellada por un Ford Focus que se dio a la fuga sin prestarle asistencia.
#POLICIALES Atropellada, abandonada y asaltada: el triple desamparo que sufrió una joven en Villa Fiorito https://t.co/pmmEuW9CkW pic.twitter.com/bE8gHqpmoF
— DataConurbano / NET (@DataConurbano) September 20, 2025
La caída fue violenta. Pamela quedó tendida en el asfalto, herida. En lugar de recibir ayuda, un grupo de hombres se acercó y aprovechó la situación para robarle el celular y otras pertenencias. El abandono se volvió doble: institucional y social.
Tras la investigación, el vehículo fue hallado en una vivienda de la calle Milán, con daños visibles en su parte frontal. El conductor, Héctor Alberto Bragadini (47), fue notificado por lesiones culposas graves. El auto quedó secuestrado, pero la Fiscalía N°10 de Lomas de Zamora no ordenó su detención.
Mientras Pamela continúa recuperándose, familiares y vecinos reclaman justicia y mayor seguridad en la zona. El caso reabre el debate sobre la respuesta judicial ante hechos de violencia vial, y sobre el tejido comunitario que debería sostener —y no vulnerar— a quienes caen en la calle.