La irrupción del Eje Grindetti-Kravetz en Lanús y la confirmación de candidaturas tempranas impacta. La Libertad Avanza podría enfrentar un escenario de ruptura inminente y la pregunta sobre quién será el candidato «puro». El caso de Lomas y Echeverría ¿Habrá PASO?
Por: Sebastián «Tecla» Farias
Al filo del 2026, el panorama político se recalienta. Tras la noticia de que el excandidato a gobernador y referente del PRO, Néstor Grindetti, promueve tempranamente la candidatura de Diego Kravetz a intendente de Lanús para 2027, planteando seriamente un escenario de interna con Ignacio “Nacho” Moroni, el número puesto por el propio Sebastián Pareja (ver nota El grindettismo ataca de nuevo en Lanús: Diego Kravetz será su candidato a intendente en 2027).
Lanús: El precedente tripartito
La acción política en Lanús sirve como espejo de lo que podría suceder en el resto de la región. Aquí, pese a que varios ediles ingresaron al Concejo Deliberante con la boleta de La Libertad Avanza (LLA), la unidad no se concretó. Hoy, la oposición se ha fragmentado en tres bloques:
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La Libertad Avanza (LLA).
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El PRO.
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Un tercer espacio denominado «Vamos por La Libertad y la Seguridad en Lanús» identificado con Kravetz.
Esta división se dio luego de la intención explícita de dirigentes como Damián Sala de evitar un «megabloque» con LLA, dejando claro que las alianzas de campaña no se traducen automáticamente en unidad legislativa.
El efecto Echeverría: ¿Un LLA «no puro» a la vista?
La interna en Esteban Echeverría se vuelve en este sentido más compleja. La reciente jura de los cuatro concejales de La Libertad Avanza (que abultan un total de siete) podría estar marcada por la tensión del armado regional, ya que una de las figuras centrales y también candidato temprano en voz baja, es Facundo Prieto.
La irrupción de Prieto como un potencial «número puesto» para la intendencia echeverriana por LLA en 2027, es decir, un candidato «no puro» proveniente de la órbita de Hacemos/Kravetz, abre un interrogante crucial en el distrito:
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¿Se buscará una interna (PASO) donde Prieto compita contra figuras «puras» del espacio libertario, como la concejal Vanesa Gioia o el senador Carlos «Charlie» Curestis (si decide disputar la intendencia)?
A esto se suma la notoria crisis del bloque PRO local. La disputa que cobró notoriedad entre los concejales Paula Dobal y Evert Van Tooren (quien ya le dijo adiós al HCD) podría anticipar un quiebre que impactaría en el bloque libertario, obligando a reacomodar sillas y estrategias (ver nota Paula Dobal volvió a pedir la renuncia a Van Tooren: «La puñalada la recibí yo y no puedo seguir cubriendo la falta de códigos»).
Especial atención a la extraordinaria de este viernes, sesión convocada por temas menores y licencias (como la de Miguel Ángel Urchipia). En este escenario se puede anticipar alguna novedad, ya que tal como en Lanús, el PRO puede tener vuelo propio. En este sentido, sería la propia Dobal quien se desmarque, dejando a la recién llegada, Karina Marin, en la posición de ir con la concejal o ser «apéndice» amarillo del bloque La Libertad Avanza, aunque todo dependerá de la postura del conductor Van Tooren ya mirando desde la tribuna. Igualmente las ordinarias se dan desde marzo y desde ese mes quedan formalizados los espacios y las presidencias de las bancas. En este sentido puede haber novedad en Lomas ya en territorio 2026.
Lomas de Zamora: La Incógnita Bullrichista
El último punto de inflexión se encuentra en Lomas de Zamora, donde la oposición también observa con atención los movimientos. La clave está en la decisión que tome el edil del PRO alineado con Patricia Bullrich, el enigmático Juan Manuel Mercuri.
Su posición es vital, ya que podría redefinir el músculo libertario (ya de por sí, se trata de ocho ediles) o quedar “rancho aparte” a partir de la ida de su compañero de banca Gustavo Ganchegui.
¿Por qué el PRO quiere una interna (PASO) con La Libertad Avanza?
La estrategia del PRO de buscar una PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) contra La Libertad Avanza (LLA), como se insinúa con la candidatura de Diego Kravetz frente a Ignacio Moroni en Lanús, no se trata solo de ganar un distrito, sino de garantizar la supervivencia y la identidad del PRO como marca política relevante en la provincia de Buenos Aires.
1. La necesidad de marcar territorio y evitar la absorción
El principal motor es la identidad. Tras la alianza en el balotaje y el fuerte acercamiento a LLA (particularmente del sector Bullrichista y el propio Macri), existe un riesgo real de que el PRO sea visto como un apéndice o una fuerza subsidiaria del partido de Milei.
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Voz de Nicolás Bari (PRO – Lomas): Bari es muy claro en su postura de «bloques propios», incluso si trabajan en conjunto. En su entrevista, él afirmó:
«Creo yo que el PRO tiene que llegar con un candidato a gobernador y 135 candidatos intendentes para de alguna manera incidir en la discusión política.» Esto subraya que el PRO necesita presentar candidaturas propias en todos los niveles (gobernación e intendencias) para negociar desde una posición de fuerza y no ser simplemente absorbido por la estructura libertaria.
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Las PASO como Herramienta de Posicionamiento: Como sugirió Bari (ver nota “Hacia el 2027 hay que generar un espacio político lo suficientemente amplio para ser competitivos”), la PASO es la herramienta perfecta. Permite que el PRO mida su «músculo político» real frente a LLA, obligando a los libertarios a reconocer el caudal propio del PRO. Si el PRO gana, reclama el liderazgo. Si pierde, al menos demuestra que su marca sigue vigente y que es un socio inevitable en la boleta final.
2. Reconocimiento de la debilidad electoral (el eje Anti-K)
La segunda razón es puramente pragmática: el PRO sabe que, hoy por hoy, ninguna fuerza opositora logra desplazar al kirchnerismo en la Provincia de Buenos Aires si va dividida.
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El Argumento de Bari: Bari reconoce abiertamente la derrota y la necesidad de una coalición más amplia:
«Evidentemente no alcanza con los espacios políticos que conforman la alianza y hay que intentar, creo yo, abrirlo hacia Coalición Cívica, Radicalismo y poder generar un músculo político que pueda de una vez por todas ganar al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires.» La PASO se convierte, entonces, en la vía para que el PRO y LLA resuelvan sus diferencias sin romperse antes de la elección general, asegurando que el voto no-kirchnerista vaya a un único candidato en octubre de 2027.
3. La postura de Mauricio Macri: Alianza pero con identidad
Si bien Macri fue uno de los principales promotores del apoyo a Milei, su visión estratégica para la Provincia de Buenos Aires siempre fue más cautelosa respecto a la disolución total del PRO.
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Macri impulsa la colaboración con Milei a nivel nacional, pero dirigentes ligados a él (como Grindetti, quien impulsó la candidatura de Kravetz) buscan preservar la capacidad territorial del PRO en el conurbano.
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El objetivo no es enfrentarse a LLA por deporte, sino combinar el voto «duro» del PRO (gestión, experiencia) con el voto «nuevo» de LLA (el fenómeno Milei), creando una fórmula de máxima competitividad a través de una PASO.
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En Lanús, esta estrategia se ve en el intento de Kravetz (PRO/Experiencia) de medirse con Moroni (LLA/Fuerza Pura) para ver cuál es la mejor combinación para derrotar a Unión por la Patria.
