Se trata de habitantes de Tristán Suárez con integrantes que fueron diagnosticados como portadores del covid-19 quienes están viviendo reiterados escraches por parte de vecinos que los acusan de “contagiar al barrio” y de hasta “organizar reuniones en su casa”. “Es todo mentira. Entiendo que haya miedo, pero mi viejo y mi hermano fueron al hospital a trabajar y por eso se contagiaron, por cuidar a los demás.”
Esta pandemia de coronavirus impacta desde distintos aspectos en la sociedad y lamentablemente uno de los que se dejan ver es el de la discriminación, el escrache y hasta la mentira, que recae últimamente entre quienes prestan servicios en la primera línea, con trabajadores que se exponen, primero ellos y luego sus familias. Tal como viene ocurriendo con carteles y mensajes destinados a trabajadores de la salud dejados desde manos anónimas que los “invitan” a no frecuentar zonas de convivencia, las redes sociales potencian este fenómeno que también termina lastimando.
Este es el caso de una familia de Ezeiza con algunos miembros que fueron diagnosticados ayer domingo como portadores del covid-19, a quienes algunos vecinos no tuvieron despacho en atacarlos, acusándolos de propagar la enfermedad, de organizar reuniones violando la cuarentena y de hasta tildarlos de delincuentes.
“Hay gente que escracha con pelotudeces, diciendo que somos tranza u otras boludeces. Entiendo que tengan miedo, pero no somos eso. Mi viejo y mi hermano fueron al Hospital a trabajar y por eso se contagiaron.” Bárbara (17), al igual que su papá (46) y su hermano (25), también tiene coronavirus, pero además, mucho enojo: “En redes dijeron que mi papá era narco, pero no es así, él es trabajador de salud, se rompe el alma para vernos bien a todos nosotros. Por eso se contagió él y mi hermano”.
Ella, junto a su familia, vive en La Porteña, uno de los barrios de Tristán Suárez que el gobierno municipal mantiene con accesos cerrados y que trata de limitar al máximo la circulación de gente. Es una zona humilde, con vecinos trabajadores, pero igual hay habitantes que buscaron el método del escrache para simplemente discriminar y buscar apartar a través del miedo.
“Se enferma primero mi hermano, que empezó con fiebre y dolor en el estómago. Le hicieron un test a él y a mí. Y después a mí papá que estaba asintomático. El test nos lo hicieron el jueves, y recién ayer sábado nos confirmaron como coronavirus”, dijo Bárbara a Data Conurbano y aclaró que desde ese momento se mantuvieron en estricta cuarentena y contaron con la entrega de comida a la puerta de su casa, situación que fue registrada por vecinos con ánimos de calumniarlos diciendo que organizaban reuniones.
Luego de los test y, según la condición de los síntomas, desde Salud les recomendaron seguir en la casa de la familia con un tratamiento médico similar al de una gripe, asegurando que una posible internación sólo se realizaría si algún integrante de la familia presentaba problemas respiratorios. “Mi viejo manifestó tos y fiebre, mi hermano falta del gusto y fiebre, y a mí a veces siento que se me duerme la mandíbula. Mi mamá está aislada de nosotros en otra habitación. También está mi cuñada de 22 en casa con dos sobrinos de 4 y 2. Ella tuvo dolor de garganta y se le fue, y un hijo tuvo dolor en los ojos y nada más”, señaló Bárbara.
“Hay vecinos que nos sacaron fotos, dicen que vendemos drogas, dicen que merecemos morirnos porque yo milito por la causa del aborto seguro, universal y gratuito. Es lamentable vivir así, pero esa gente tiene que dejar de ser tan mierda y de atacar a los médicos y personal de salud que lo único que hacen es poner el cuerpo para cuidarnos a todos.”
Que gente sin corazón por dios….Eran trabajadores de la salud…!!!! Que quieren que los hospitales se queden sin médicos, sin seguridad, sin enfermeros…Por que no piensan un poco antes de hablar tantas boludeces.
Amigo dios te cubra con su manto, ahora estás con tu mami, doña Marta gran persona. Un ángel más que se nos fue, ya nos veremos amigo, vuela alto 🙏🏻