En este viaje a Mendoza para jugar con River Plate por la Copa Argentina, fuimos una caravana que los siguió por la ruta. Allá fueron ustedes y nosotros con nuestras almas celestes, en las tribunas y en las cabinas de trasmisión. Y sepan que en cada jugada estuvo, también nuestro aliento. Semblanza a cargo de Federico Gastón Guerra.
Ustedes fueron nosotros. Porque Temperley es el barrio. Es el viejo que nos llevó desde chiquitos al Alfredo Martín Beranger y nos enseñó que el cielo está en ese estadio.
Que el aliento se hace eco en miles y miles de hinchas que sienten latir sus emociones a flor de corazón, de recuerdos y de hazañas inolvidables como la que escribieron una vez más.
En Mendoza, ustedes y nosotros fuimos un solo pueblo que quiso más gloria, al pie del cerro que lleva ese nombre. Un pueblo Gasolero que sabe de sufrir y de pelear por todo, y que no se doblega ni por el mismo zonda.
Sabemos resistir y somos grandes e inmensos en cada estadio donde se muestre la casaca más linda del mundo.
Y fuimos un sólo abrazo. Un abrazo de más de mil kilómetros. ¡Fuimos ustedes!
¡Fueron nosotros! Vamos Temperley… vamos todavía. Gracias.