
El dirigente de la UCR lomense, Diego Grafeuille, valoró el llamado de Alejandro Trotta a todos los sectores del radicalismo local. Coincidió con Fabio Abraham en la necesidad de renovar la conducción bonaerense, aunque se diferenció de la idea de delegar el liderazgo en figuras históricas. Cuestionó la falta de apertura de Pablo Corvalán y dio su mirada sobre el futuro de las fuerzas de centro.
Durante su participación en el programa Sin Retorno Streaming, el dirigente radical de Lomas de Zamora, Diego Grafeuille, expresó su apoyo a la convocatoria realizada por Alejandro Trotta, quien llamó a todos los sectores del radicalismo lomense a sentarse, dialogar y pensar colectivamente en el futuro del partido.
“Lo que propone Alejandro me parece muy bueno. Deberían estar todos los actores de manera desinteresada y pensar seriamente en el 2027. De alguna manera, volver a la utopía”, sostuvo.
Grafeuille también coincidió con las recientes declaraciones de Fabio Abraham, quien pidió la renuncia de la conducción de la UCR bonaerense y la intervención del distrito por parte de la convención nacional. Sin embargo, se diferenció de la idea de ofrecerle la conducción a dirigentes históricos como Federico Storani o Juan Manuel Casella.
“Nadie puede discutir lo que fueron esos dirigentes para el radicalismo, pero estamos hablando de personas que han superado los 80 años de edad. No quiero descalificarlos por esa cuestión, pero para recorrer la provincia hay que tener cierta vitalidad física”, afirmó.
Corvalán
En ese marco, cuestionó la falta de convocatoria al diálogo por parte del titular de la UCR lomense, Pablo Corvalán. “Evidentemente no le sale a Pablo realizar una convocatoria similar. Nadie lo puede obligar a realizar algo de lo que no tiene voluntad”, señaló.
“Pablo lo único que logró es crecer, pero de manera solitaria. De esa manera se quedó solo a la hora de dar la batalla, porque nadie lo acompañó al no sentirse parte de ese proyecto”, añadió.
El futuro
En su análisis del escenario electoral que se avecina, Grafeuille advirtió que “hay mucha gente que no quiere una cosa ni la otra. Quiere una alternativa, pero otra vez le vuelven a dar pasta o pollo”.
Reconoció que existe un esbozo de “interna abierta” entre las fuerzas de centro y destacó el potencial de Provincias Unidas como espacio de articulación racional, con nuevos actores y propuestas que no caigan en la descalificación.
Finalmente, asumió su cuota de responsabilidad por la falta de una alternativa seria y se mostró dispuesto al diálogo con todos los sectores. “La única solución es que nos sentemos, charlemos, veamos y pensemos”, concluyó.