San Vicente y el problema del arsénico en el agua: la necesidad de coordinación entre nación y municipios

La presencia de arsénico en las napas subterráneas de agua, en San Vicente y gran parte del nuestro país no es algo nuevo existe desde el inicio de la formación geológica del continente, sus consecuencias sobre la salud, se estima afectan a cuatro millones de habitantes. El consumo de agua con arsénico produce, problemas cardíacos, EPOC y es un cancerígeno humano documentado, que induce al cáncer a quienes ingieren agua de bebida con concentraciones superiores a las aceptables durante largos periodos.

Por: Jorge Zatloukal, dirigente vecinal, excandidato a primer concejal e intendente por San Vicente

Hay también evidencias crecientes que el cáncer de varios órganos internos tales como pulmón e hígado puede ser inducido por esta situación. Según información científica la exposición a aguas arsenicales conduce a las diversas formas del Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (HACRE), patología bien definida y descripta clínicamente, las dolencias inicialmente son etapa son la pigmentación de la piel, lesiones, hiperqueratosis, verrugas y melanosis. Frente a esta realidad, en 2001, el Ministerio de Salud de la Nación, mediante la Resolución Nro. 153/01, aprobó el «Programa Nacional de Minimización de Riesgos por Exposición a Arsénico en Agua de Consumo Humano», cuyo objetivo era disminuir la morbimortalidad debido al Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico. Dentro de las opciones disponibles para abatimiento de arsénico estaban: realización de perforaciones a mayor profundidad, aljibes, equipos de ósmosis inversa, sistemas de precipitación por floculación y decantación.

Sin embargo este programa tuvo pocos avances, pese a disponerse de recursos, organismos técnicos de primer nivel mundial como el Instituto Nacional del Agua, con asiento en Ezeiza y de contarse con convenios de este Instituto con Japón. A nivel local una nota periodista de INFOREGION, de diciembre de 2012 publicada, luego de una audiencia pública en San Vicente sostenía que “ACUMAR dice estar en camino de hacer un mapa y tenemos estudios que indican altas concentraciones de arsénico en San Vicente. Indican que está en 0,12 miligramos por litro en pozos y Acumar analizó un pozo que da 0,17 por litro, todos los datos están encima del 0,05”.

Ante la gravedad del problema para la salud pública la municipalidad se comprometió en 2012 a construir una planta de potabilización en esa misma nota periodística se reconoció el problema «Lo importante es que está prevista la licitación para la construcción de una nueva planta de agua potable que entre sus bondades tiene el tratamiento del arsénico. Está previsto que se licite en los primeros meses de 2013”. La falta de predisposición de organismos nacionales frente al planteo de la comunidad sanvicentina hicieron que está planta nunca se empezara, no se trata de echar culpas o hacer sensacionalismo, sino de encontrar entre todos el camino para contar con aguas de mejor calidad. El acceso al agua de calidad es prioritaria, del compromiso y diálogo de todos dependerá solucionarlo.

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