Jornadas de Economía Política 2025 en la UNLa: críticas al modelo económico de Milei, alerta por el consumo y el endeudamiento

Destacados economistas y figuras públicas debatieron sobre energía, deuda, consumo y crisis social en un duro diagnóstico de la situación argentina.

Las Jornadas de Economía Política 2025, realizadas en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), reunieron a reconocidas figuras del ámbito económico y político para analizar la compleja coyuntura que atraviesa la Argentina bajo el gobierno de Javier Milei. Con una mirada crítica y articulada desde múltiples enfoques —energético, macroeconómico, productivo y social—, los panelistas coincidieron en denunciar una situación de profunda regresión en términos de consumo, empleo, deuda y modelo de desarrollo.

El evento de cierre incluyó la participación de Daniel Bozzani (rector de la UNLa), Cristian Girard (ARBA), Noemí Brenta (UBA-CONICET), Roberto Feletti (exsecretario de Política Económica) y Javier Rodríguez (ministro de Desarrollo Agrario bonaerense). A lo largo de los distintos paneles, se abordaron temas estructurales como la sustentabilidad energética, la restricción externa, el impacto del ajuste fiscal, la crisis del consumo masivo, la pérdida de empleo y el creciente poder del sector financiero, en un contexto de creciente desigualdad.

Energía y sustentabilidad: la «madre de todas las batallas»

 En el cierre del encuentro, Daniel Bozzani hizo hincapié en la urgencia de discutir el modelo energético desde una mirada crítica e internacionalista. Estamos destruyendo el planeta, eso es clarísimo, y si no tomamos conciencia, estamos muy fuera de la realidad”, advirtió.

El rector cuestionó la idea de que toda energía renovable sea necesariamente “limpia”, diferenciando tecnologías como la solar o eólica —menos contaminantes— de biomasas como el biodiésel, cuya producción también implica impactos negativos. Además, subrayó que la falta de políticas de Estado y de integración regional atenta contra cualquier posibilidad de transición energética seria.

El consumo como termómetro de la desigualdad

Uno de los momentos más destacados fue la exposición de Cristian Girard, director ejecutivo de ARBA, quien desarmó la narrativa oficial que relativiza el sufrimiento económico de la población. Citó la polémica frase del presidente Milei —“si fuera cierto que no se llega a fin de mes, la calle estaría llena de cadáveres”—, y la calificó como una burrada económicay una crueldad inusitada”.

Girard explicó que, pese a que el consumo privado mostró un leve crecimiento en los primeros meses del año, ese dato esconde una fuerte heterogeneidad social. Mientras caen las ventas de alimentos (15% en supermercados, 17% en mayoristas), crecen las compras de celulares (50%) y televisores (60%). “Es una reconfiguración social donde una parte gana con el negocio financiero, mientras la mayoría recorta gastos, se endeuda y busca refugio en la informalidad para sobrevivir”, sostuvo.

También anticipó un panorama sombrío para el segundo semestre: “Si no suben las jubilaciones, si se mantiene el ajuste fiscal y el congelamiento salarial, el consumo se va a desplomar aún más, alertó.

Deuda externa y restricción: un problema estructural que se agrava

 La economista Noemí Brenta planteó que la actual crisis responde a problemas históricos: la restricción externa, es decir, la falta de divisas genuinas, y el endeudamiento como mecanismo recurrente.

“La financiarización desde los 70 profundizó esta restricción, generando una economía inestable y subordinada al capital externo”, explicó. En ese marco, advirtió que la deuda con el FMI —que ya alcanza los 56.000 millones de dólares— es impagable y convierte al organismo en el acreedor más condicionante de todos”.

Según Brenta, la fuga de capitales triplicó el déficit fiscal, desmintiendo el argumento de que el endeudamiento responde a un gasto público excesivo. A esto se suma el deterioro del balance comercial: entre enero y mayo, las importaciones crecieron 34%, mientras las exportaciones apenas subieron 2,6%.

Feletti: “Estamos ante el agotamiento de un ciclo”

 El exsecretario de Política Económica Roberto Feletti dio un marco político al debate económico. Planteó que el modelo basado en el ingreso de capitales y la fuga reiterada hace que la Argentina sea “inviable como nación”. “El ajuste fiscal violento no garantiza reservas. Hace falta un sector externo robusto, con muchos dólares en el Banco Central”, afirmó.

También cuestionó a las elites argentinas, señalando que ni siquiera Macri, con apoyo internacional, logró consolidar un modelo conservador. En esa línea, criticó la continuidad de Luis Caputo en el Ministerio de Economía y el fracaso del RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) como salvavidas externo.

Para Feletti, el gran desafío del campo nacional y popular es reconstruir un proyecto sustentable y defender los logros pasados. Recordó que la primera medida de Macri fue una devaluación del 50% y la eliminación de retenciones, lo que “colocó el precio de los alimentos en el estándar internacional”.

Macroeconomía, empleo y destrucción productiva

 El ministro Javier Rodríguez desarmó otro de los pilares del discurso oficial: la idea de que “la macroeconomía está bien” mientras la microeconomía sufre. “Esa separación es teóricamente insostenible, afirmó.

Con datos precisos, Rodríguez mostró que, pese al crecimiento del agro (31%), el PBI cayó 1,7% en 2024. Los sectores que más empleo generan están en crisis: la construcción cayó 17%, la industria 9% y el comercio 3%. Mientras tanto, el sector financiero creció, en parte porque las familias se endeudan para sostener el consumo.

En apenas ocho meses, se destruyeron 150.000 puestos de trabajo (92.000 en el sector privado y 60.000 en el público). También se reportó un mínimo histórico en el consumo de carne y caídas en leche, frutas y hortalizas. “Muchas familias están reduciendo drásticamente su consumo de alimentos esenciales”, alertó.

Conclusión: un modelo que profundiza la desigualdad

Las Jornadas de Economía Política 2025 ofrecieron un diagnóstico contundente: el modelo económico actual acumula divisas sin generar crecimiento ni estabilidad, devasta el consumo popular, profundiza la dependencia financiera, destruye empleo y consolida una matriz regresiva.

Los panelistas coincidieron en que no hay salida sin una revisión profunda del rol del Estado, del sistema financiero y del vínculo con el FMI. También enfatizaron la necesidad de una militancia con conciencia ambiental y estratégica, y de una reconfiguración del proyecto nacional y popular, capaz de proteger los intereses del pueblo ante una crisis que no da tregua.

 

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