El triunfo de Javier Milei anuncia la llegada de una nueva etapa en la Argentina. Por primera vez el PJ y la UCR fuera de un gobierno nacional. La reconfiguración de las fuerzas políticas al ritmo de los resultados del balotaje. Por: Ruben Molina.
Los resultados de este domingo, además de establecer el contundente triunfo de Javier Milei, también reflejan el inicio de una reconfiguración de la política Argentina, al menos tal cual la conocíamos hasta el día de ayer. Nuevos escenarios se plantean y muchas son las dudas que se abren en el esquema de alianzas de la última década. Tanto en el oficialismo como en la oposición. El anuncio de Sergio Massa sobre el fin de su carrera política, marca el comienzo de un debate profundo en el peronismo. Juntos por el Cambio definitivamente desapareció.
El planteo también incluye a la fuerza ganadora de la elección: La Libertad Avanza. Un espacio nobel, con poco estructura y que tendrá que dar respuestas urgentes a las expectativas de la gente que los votó con la esperanza de un cambio profundo. Sin mucho poder de maniobra, en el corto plazo, deberá tender puentes con el macrismo. Habrá que ver si Mauricio Macri, el otro gran ganador del proceso electoral, asume el rol de “primus inter pares” y termina poniendo el marco – y algo más – a la nueva gestión presidencial.
En el plano interno de Juntos por el Cambio, queda claro que dicha coalición está rota. Muy difícilmente haya retorno con la UCR y la Coalición Cívica. Algo similar ocurriría con el sector de las “palomas” del PRO conducido por Horacio Rodríguez Larreta.
El acuerdo Milei-Macri-Bullrich vislumbra la irrupción de un nuevo frente político, definitivamente volcado hacia la “derecha”. Sin dudas los “halcones” se convirtieron en los ganadores finales de la pulseada del PRO.
La pregunta es qué pasará con el resto de las fuerzas que confluyeron en JxC. Lo de la Coalición Cívica es lo más claro. Elisa Carrió ya dio las “hurras”. En el radicalismo se viene una gran discusión interna. A corto plazo se llevará a cabo la renovación de autoridades nacionales. Dos sectores en pugna: Por un lado los “duros” con el macrismo, que aspira llevar a Martín Lousteau a la cima del partido. Del otro uno más “moderado” con el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés a la cabeza. A primera vista, el esquema de alianza electoral llevaría a la UCR por un camino diferente al actual. El futuro rol legislativo marcará el rumbo de ese proceso.
Peronismo
Una bomba de una magnitud inimaginable acaba de caer sobre todo el peronismo. Muy pocos preveían una derrota como la ocurrida este domingo. La dirigencia y militancia se encuentra en estado de shock. Es imprevisible determinar cuál será la reacción al momento de que comiencen a despabilarse. Por lo pronto el anuncio de Sergio Massa de su alejamiento de la política es una fuerte señal: no cuenten con él para lo que viene. Habrá que ver si fue una declaración de “calentura” o si finalmente se hará concreta.
Lo cierto es que lo que hizo el (¿todavía?) ministro de Economía fue épico. Llevar hasta el final del proceso electoral a la fuerza política de uno de los gobiernos con los peores índices económicos y sociales de la historia Argentina fue conmovedor. En el camino debió lidiar con los “Chocolates”, “yategate”, pedido de juicio política a la Suprema Corte y otros imponderables surgidos desde las entrañas de UxP. Su impronta permitió el ingreso de una buena cantidad de legisladores, incluso su performance fue decisiva en la “retención” de la provincia de Buenos Aires. Pero no alcanzó: la mayoría de los argentinos querían un cambio.
Tal vez la primera señal de lo que se viene en el peronismo la dio el propio Sergio Massa: no solo anunciando su paso al costado en la política, sino también con la difusión de los rumores de una eventual renuncia al ministerio de Economía. ¿Se vienen las tres peores semanas para el ahora gobierno de Alberto y Cristina Fernández? El mercado no perdona. Massa tampoco.
