La irrupción del bloque Unión, Renovación y Fe en la Legislatura bonaerense no solo marca una fractura dentro de La Libertad Avanza, sino que también podría modificar el equilibrio de poder en el recinto. Con tres senadores y nueve diputados, esta nueva bancada se posiciona como un actor clave en la negociación legislativa, y su distanciamiento de Javier Milei abre la puerta a posibles acuerdos con el oficialismo de Axel Kicillof. Por Sebastián «Tecla» Farias».
Mapa legislativo
Hasta ahora, el oficialismo de Unión por la Patria ha gobernado en minoría en ambas cámaras. En Diputados, cuenta con 37 bancas sobre 92, lo que lo obliga a negociar con aliados para aprobar proyectos clave. En el Senado, la situación es similar: 21 legisladores sobre 46, lo que ha dificultado la sanción de leyes sin acuerdos con sectores opositores.
La irrupción de Unión, Renovación y Fe podría alterar este escenario. Si bien sus referentes han manifestado su intención de mantenerse independientes, su distanciamiento de Milei y Sebastián Pareja sugiere que podrían acercarse a sectores del peronismo de centroderecha, facilitando la aprobación de iniciativas impulsadas por Kicillof, especialmente en materia económica y de financiamiento provincial.
Los protagonistas de la ruptura
El bloque Unión, Renovación y Fe está liderado por el senador Carlos Kikuchi, quien fuera un armador clave de La Libertad Avanza antes de distanciarse del espacio. Junto a él, los senadores Sergio Vargas y Silvana Ventura completan la bancada en la Cámara Alta. En Diputados, el grupo está conformado por Gustavo Cuervo, Fabián Luayza, Martín Rozas, Sabrina Sabat, Constanza Moragues Santos, María Laura Fernández, Salomé Jalil Toledo, Viviana Romano y Blanca Alessi.
La ruptura con La Libertad Avanza se gestó cuando el espacio libertario comenzó a acercarse al PRO en el balotaje presidencial, lo que generó tensiones internas. Kikuchi y otros dirigentes manifestaron su descontento con la conducción de Karina Milei y Sebastián Pareja, denunciando la imposición de coordinadores externos y la falta de reconocimiento a quienes habían trabajado en la construcción del partido.
El impacto en la estrategia de Kicillof
El gobernador bonaerense ha insistido en la necesidad de contar con mayor respaldo legislativo para avanzar con su agenda, que incluye la modificación del calendario electoral y nuevas estrategias de financiamiento para la Provincia. La fragmentación de la oposición podría jugar a su favor, permitiéndole negociar con bloques más pequeños en lugar de depender exclusivamente de acuerdos con Juntos por el Cambio o el sector libertario.
Sin embargo, el desafío para Kicillof será consolidar estos apoyos sin generar nuevas tensiones dentro de su propio espacio. La interna entre sectores kirchneristas y peronistas tradicionales sigue latente, y cualquier movimiento en la Legislatura podría reconfigurar alianzas de cara a los próximos años.
¿Un nuevo equilibrio de poder?
La conformación de Unión, Renovación y Fe no solo refleja la crisis interna de La Libertad Avanza, sino que también podría redefinir el mapa político bonaerense. El oficialismo de Axel Kicillof, que hasta ahora operaba en minoría, podría encontrar en este nuevo bloque un aliado estratégico para aprobar leyes clave sin depender exclusivamente del PRO o del radicalismo.
El poroteo de bancas sugiere que el nuevo bloque podría inclinar la balanza a favor del oficialismo si decide apoyar sus proyectos legislativos, especialmente en temas económicos. La Legislatura bonaerense se convierte así en un terreno de negociaciones constantes, donde los acuerdos frágiles y las alianzas inesperadas podrían definir el futuro político de la Provincia.
Lo que está en juego no es solo la estabilidad del oficialismo, sino la posibilidad de una reconfiguración profunda de los espacios políticos en Buenos Aires. El desenlace dependerá de cómo se articulen las fuerzas en los próximos meses, pero lo que sí es claro es que el escenario legislativo bonaerense nunca estuvo tan abierto.
