Los topos de Axel

El dirigente de la UCR de Esteban Echeverría, Carlos Bonino, hace una cruda descripción del presente del radicalismo bonaerense. Habla de responsables y estrategias tendientes a perjudicar indefectiblemente a su partido. Un presente caótico y sin expectativas electorales. El llamado a la reconstrucción.

A la luz de los resultados de la elección del 7 de septiembre, la gran mayoría de los radicales seguiremos insistiendo en que la estrategia fue equivocada desde el principio. Si los equivocados somos nosotros (y siempre fue esta la estrategia), Pablo Domenichini y Miguel Fernández nos llevaron desde un comienzo a un debate mentiroso en una realidad paralela. Proponiendo una tercera vía inexistente pero funcional a los intereses del peronismo (que también termino siendo funcional a los libertarios).
La máxima aspiración de Domenichini era la ruptura del PJ y la posibilidad de que Evolución conformara un frente electoral con Axel Kicillof. Lo de Fernández es más de cabotaje. Su antiguo rol como presidente del foro de intendentes lo acostumbró a lamerle las botas al gobernador por un par de lamparitas y algunas cuadras de asfalto. Así nos llevaron a un escenario creado por ellos y en el proceso, actuaron como dos elefantes en un bazar.
La mayoría del partido quedo afuera de las listas para darles lugar a peronistas descartables que venían a darle músculo político a la bicisenda del medio.

Eso sí, en la cuarta sección electoral, Fernández llevo adelante su propio acuerdo con los Pro/Libertarios después de habérselo negado al resto de las demás secciones electorales.
Diecisiete intendentes radicales perdieron en sus municipios 149 concejales, que terminaban en diciembre sus mandatos. Esas bancas serán ocupadas por representantes de otros partidos, otros tantos concejeros escolares y legisladores provinciales.
La traición ya estaba consumada y los deberes a Axel cumplidos. El plan de Domenichini siempre estuvo claro y era repetir la experiencia de CABA, llevando al partido a su mínima expresión y dejarnos sin representaciones legislativas en las cámaras y los Concejos Deliberantes. Esas representaciones nunca fueron de ellos porque nunca las pudieron ganar.

Lo de FERNANDEZ es más ruin, ya que terminó traicionando al sector que confío en él para hacerlo presidente del partido. Hay quienes lo justifican argumentando inexperiencia, impericia e inutilidad. Seguramente tengan razón, es un TRAIDOR con todas esas características también.

Lo que viene

Tendremos por delante dos años duros. No voy a hablar de octubre porque, para nosotros, no existe. Por primera vez desde la vuelta de la democracia, el partido no participa en una elección nacional en la provincia de Buenos Aires, otro gran logro de estos dos personajes nefastos. No vengan con el premio consuelo de ser una sucursal de «Bylilita» ni tampoco subidos a las migajas del «exministro de transporte».


También tendrán que hacerse cargo los cómplices de este desastre porque cuando podamos dar vuelta esta página, varios seguirán con el estigma de haber sido parte de esta etapa ruin.
El partido debe recuperar urgente la senda que recorrimos desde el 2015 al 2023 con las características de este nuevo sistema electoral donde se invierte la pirámide de construcción política.
El 2027 nos debe encontrar con un partido fuerte y bien posicionado. La tarea se inicia ahora, no hay tiempo que perder ¡ADELANTE RADICALES!

 

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