
Hoy celebramos el Día del Periodista, una fecha que no solo nos recuerda la importancia de nuestra profesión, sino que también nos invita a reflexionar sobre su ejercicio en tiempos complejos. Por: Sebastián «Tecla» Farias.
Soy periodista desde hace casi 25 años, cuando la información circulaba sin internet y con fax, con la guía telefónica a mano y con la agenda papel, en una época donde la inmediatez tenía otro ritmo. A lo largo de este camino, he entrevistado presidentes, gobernadores, legisladores, recorrido la Quinta de Olivos, el Congreso, la Casa Rosada, ministerios, gobernaciones, municipios, yendo por el territorio.
Más allá de las instituciones: el periodismo en el territorio
Pero el periodismo no es solo cobertura institucional y política. A lo largo del oficio, caminé por calles de barro, recorrí hospitales, estuve en inauguraciones faraónicas, revolví ollas populares, hablé con argentinos en Malvinas y en la Antártida, lloré con gases lacrimógenos, conocí a Maradona, presencié allanamientos, recorrí barrios populares, volé en avionetas, entrevisté adictos, enfermos terminales, estuve con el agua a la cintura, estuve durante madrugadas en La Salada, gente con armas en la cintura, policías y ladrones. Este es un oficio en el que hay que estar preparado más allá de la formación académica o de manual, listo para ponerle el cuerpo y enfrentar cada realidad con sensibilidad y compromiso, y el objetivo siempre fue zona sur GBA.
Referentes que marcaron el camino: Walsh, Lanata y Polosecki
Rodolfo Walsh no solo fue un periodista de enorme talento, sino un militante en tiempos oscuros. «Operación Masacre» marcó un hito en el periodismo de investigación, desafiando el poder con un relato preciso y comprometido. Walsh entendió que el periodismo no podía limitarse a contar hechos fríos, sino que debía desenterrar verdades ocultas y exponer las injusticias. Su trabajo es una referencia imprescindible para quienes creen que la información debe ser un arma contra la opresión y no un instrumento del poder y, sobre todo, involucrarse.
«La Noticia Rebelde» fue emblemático con su periodismo humorístico y crítico. La sátira, también ejercida desde el derecho a informar y cuestionar.»
Jorge Lanata, en su era de Página/12, Revista XXI y Día D, enseñó una forma de hacer periodismo sin concesiones, irreverente, incisivo y comprometido con la investigación. También en radio «Hora 25» y «RompeCabezas«, en otra gran referencia: Rock & Pop. Mirada crítica, la necesidad de cuestionar, la búsqueda de profundidad en cada historia, con ironía, joda y entretenimiento.
Pero el periodismo no solo es denuncia, también es escucha, mirada, empatía.
No siempre supe qué significaba escuchar de verdad, hasta que Fabián Polosecki dio una cahetada, una piña. La manera de entrevistar, acercarse a los olvidados y mirar a los ojos a quienes la sociedad dejaba de lado, cambió mi manera de entender el periodismo. Comprendí que el periodista no solo informa, sino que conecta, interpreta, empatiza.
Libertad de prensa y el desafío de la sobreinformación
Entre todas las cosas, este Día del Periodista debería encontrarnos trabajando con libertades, derechos, garantías y recursos, con responsabilidad en una época de exceso de información, manipulación y fake news muchas veces intencionadas.
El ejercicio del periodismo en tiempos de transformación tecnológica implica adaptarse a nuevos lenguajes, plataformas y territorios. La digitalización ha permitido que la información fluya de manera inmediata, contra la desinformación. En este contexto, el streaming se ha consolidado como una herramienta poderosa para la difusión de contenidos, ofreciendo un espacio de comunicación directa y sin intermediarios.
Sin Retorno: la expansión del periodismo político
Desde lo personal, en la zona sur del Gran Buenos Aires, el lanzamiento de Sin Retorno Streaming, de temática política, efectuado junto a los enormes colegas Ruben Molina y Alejandro Aderete, ha sido un paso significativo. Este nuevo formato no solo permite abordar los debates públicos desde una óptica local, sino que también invita a la audiencia a participar activamente en la conversación.
Por otro lado, la transmisión en redes de las sesiones de algunos Honorables Concejos Deliberantes permite a periodistas independientes seguir los debates sin necesidad de estar físicamente en cada recinto, ampliando el acceso a la información y fortaleciendo el rol del periodismo en la democracia. Sin embargo, no todos los Concejos han adoptado esta práctica, lo que limita el derecho a la información y restringe la posibilidad de que la ciudadanía conozca de primera mano las discusiones que moldean su realidad. Garantizar estos espacios abiertos y accesibles es una deuda pendiente en el ejercicio del poder local.
Crisis laboral y el cierre de medios: el futuro incierto del oficio
Estos cambios no deben verse como una amenaza, sino como una oportunidad para reinventar el periodismo, adaptándolo a las nuevas formas de consumo y manteniendo intacta su esencia: contar la realidad con rigor, compromiso y sensibilidad.
El verdadero periodismo no solo comunica, sino que también escucha, interpreta y denuncia cuando es necesario. En este contexto, hay colegas que han visto su expresión coartada, como sucedió con algunos periodistas de Berazategui, recordándonos que la libertad de prensa debe ser defendida y garantizada.
A esto se suma la crisis laboral que atraviesa la profesión. La desaparición de medios, el cierre de históricos espacios de información, la precarización laboral, dejan en la calle a colegas que han dedicado años a este oficio. El cierre de Télam, la agencia estatal de noticias que marcó décadas de periodismo, es un golpe que no solo afecta a quienes trabajaban allí, sino a la diversidad informativa que garantizaba.
El periodista en tiempos de polarización: resistencia y compromiso
Es momento de que los trabajadores de prensa se agrupen en gremios, federaciones y asociaciones comprometidas, verdaderamente participativas reales, que defiendan no solo la libertad de expresión, sino también las condiciones laborales de quienes sostienen la información día a día. FOPEA es para mí un espacio donde encontré identidad en los últimos años, una comunidad de periodistas que comparten la convicción de que este oficio merece dignidad.
Hoy, el periodismo enfrenta un nuevo desafío: el poder discute con los periodistas, cuestiona, confronta y en ocasiones deslegitima nuestra labor, buscando condicionar el ejercicio de la prensa libre. En una sociedad polarizada, el oficio se convierte no solo en una tarea de narrar la realidad, sino de defender el derecho a informar sin presiones ni hostigamientos.
El periodista debe resistir ante intentos de silencio, censura o descalificación, debe seguir ejerciendo su rol con independencia y compromiso, sobre todo cuando el clima político y social no sea favorable.
Sin horarios ni pausas: el periodismo como el mejor oficio del mundo
Este es un oficio que exige hablar con todos, estar ahí, donde se construye la historia. No conozco otro trabajo como este. El periodismo no tiene horarios, no tiene pausas. Se ejerce a toda hora, en todo lugar, sin advertir muchas veces que es, al fin y al cabo, un trabajo.
Lo dijo Gabriel García Márquez, y no hay mejor manera de describirlo: «El periodismo es el mejor oficio del mundo.»
Este día debería ser una reafirmación de nuestra labor, un compromiso con el periodismo que hacemos y somos, un reconocimiento a quienes, contra viento y marea, siguen contando la realidad.