Un visitante de paso por aquellos, entonces, parajes exclamó: «Esto es la delicia». Todo comenzó el 1 de diciembre de 1872. Por sus habitaciones pasaron desde Domingo Faustino Sarmiento hasta Jorge Luis Borges. Por: Federico Gastón Guerra*
En el hotel “La Delicia” vacacionaron por años tantos huéspedes ilustres y desconocidos desde su apertura el 1 de diciembre de 1872 hasta que fue demolido en 1956. Desde Sarmiento hasta Domingo Faustino Sarmiento, Carlos Pellegrini, Manuel Quintana y los escritores Belisario Roldan, Miguel Cané, Roberto J. Payró descansaron entre su vegetación.
«En cualquier parte del mundo en que me encuentre cuando siento el olor de los eucaliptos, estoy en Adrogué. (…) Y luego, en ese mismo hotel «La Delicia», un gran salón de espejos. Sin duda me miré en aquellos espejos infinitos. Muchos argumentos, muchas escenas, muchos poemas que he imaginado, nacieron en Adrogué o se sitúan en ella. Siempre que hablo de jardines, siempre que hablo de árboles, estoy en Adrogué; he pensado en esta ciudad, no es necesario que la nombre», recuerda las palabras de Borges, dichas hacia 1981, el portal Oye Borges.
Un aviso en el diario El Brown del sábado 19 de mayo de 1917, a gran tamaño ofrece los servicios del hotel de la siguiente manera: Gran Hotel “La Delicia” Adrogué F.C.S, A 25 minutos de la Capital – Gran Parque, Glorietas, Cancha de Tennis, etc – Notables reformas – Cómodos departamentos. Correcto confort y servicio esmerado. TODO POR MÖDICO PRECIO. U.T. 54 Adrogué- Coop. N°4 – Alfredo Lamberti, Gerente.
Aquel paisaje pampeano se completaba con una frondosa vegetación. “Cuando Esteban Adrogué planificó el pueblo de Almirante Brown consideró sus cualidades especialmente las higiénicas, consulta a hombres de ciencia y en su juicio práctico, estudió las cualidades de las diversas variedades de nuestros árboles de sombra, con diversas variedades de nuestros árboles de sombra, el carolino, el plátano, el paraíso, y el eucaliptus, porque no todos los árboles tienen iguales propiedades ni son igualmente higiénicos convenientes para purificar la atmósfera y producir el equilibrio necesario entre nuestra existencia y la vegetal (…)”, se lee en Cosas del Campo Bonaerense de Carlos Moreno.
Los peces de Sarmiento
Una anécdota que protagonizó Sarmiento, recuerda que: “El Presidente envió una variedad proveniente de arroyos y lagos de Norteamérica: los peces carpa, especialmente apreciados por los gourmet, fueron saboreados en La Delicia por muchos políticos y dirigentes de época”.
“El hotel La Delicia, en Adrogué, ocupa un capítulo dorado. El político Carlos Pellegrini era uno de sus asiduos concurrentes veraniegos e, incluso llegó a festejar allí sus bodas de plata con Carolina Lagos, ofreciendo un apoteósico baile en el verano de 1896”, se lee en la nota “Aquellos veranos del poder” de la revista Viva.
Se alquila
Una crónica acerca del fallecimiento de Adrogué en LA OPINION del partido de Almirante Brown del 25 de marzo de 1961 remarca: “En el otoño de ese mismo año (NdeR.1871) se abrirán los cimientos de su nueva casa quinta (…). El paraje que rodeaba la nueva población construida con materiales de primer orden y base angular, del más tarde famoso Hotel La Delicia (…) apartado de las estaciones de Burzaco y Lomas. Concluido el edificio a fines de noviembre del ’71, lo ocupó la familia del señor Adrogué”. Una vez radicado en la casa quinta, Esteban Adrogué comienza las tratativas para que se detuviera el ferrocarril de ramal Constitución – Jeppener.
En enero de 1873, Adrogué busca arrendar la construcción y publica en LA TRIBUNA: “Hotel la Delicia, se alquila este establecimiento, recién construido, el primero en su clase (…) gran capacidad, con agua abundante para el servicio, baños, gallineros, sótano, aljibe, cochera, caballeriza. (…) Esta recién amueblado y se alquila bajo bases equitativas, con contrato para su explotación”. Nicolás Ratazzi fue su arrendatario. En octubre de aquel año en un aviso del periódico LA PAMPA se afirma que está ubicado “en el mejor campo que ofrece los alrededores”.
Tal la fama de aquel lugar de descanso que incluso la calle que hoy se llama Esteban Adrogué fue conocida durante años como «La Delicia»: iba desde la estación hasta el hotel. Esta calle pasó a llevar el nombre del creador del partido de Almirante Brown hacia 1893.
En la actualidad solo queda de aquellos años la escultura de Diana La Cazadora. Sucesos Argentinos, aquel noticiero del cine, realizó un pequeño documental donde se observa la demolición y los escombros que lo cubren todo. En aquella pieza de 1956 el locutor recuerda que “Belisario Roldán cantó al parque frondoso y al perfil griego de sus estatuas. Hay sabor a villa clásica en el rincón añoso que desaparece”. Y se nos fue.
*el autor es periodista, escritor, historiador e investigador
¡Bravo!. Muy linda historia