
El 30 de septiembre de 1873 la provincia sancionó la ley que dio nacimiento al municipio. El impulso de Esteban Adrogué, la llegada del tren y un trazado urbano innovador marcaron para siempre la identidad browniana. Por: Federico Gastón Guerra.
El 30 de septiembre de 1873 quedó marcado en la historia bonaerense: ese día la Legislatura provincial sancionó la ley N°856 que dio origen al Partido de Almirante Brown, bautizado en honor al héroe naval Guillermo Brown. Se consolidaba así el proyecto de un hombre visionario: Esteban Adrogué.
Un año antes, el 29 de septiembre de 1872, había llegado el tren al nuevo poblado. César Adrogué lo relató con detalle: “Partió el tren expreso a las 12 en punto de la Estación Constitución, tocando Barracas y Lomas, con ciento setenta pasajeros, con pasaje gratis”. Aquel viaje terminó en una fiesta popular con asado con cuero, empanadas criollas, vino y cerveza bajo una carpa en la plaza naciente.

Detrás de esa celebración estaba el sueño de Esteban Adrogué: un pueblo distinto, con diagonales, plazas y bulevares. El Atlas del Conurbano Bonaerense recuerda que los arquitectos italianos José y Nicolás Canale diseñaron un trazado vanguardista, antecedente del que luego inspiraría a la ciudad de La Plata.
El proyecto urbano se entrelazó con un fenómeno social: la epidemia de fiebre amarilla en la ciudad de Buenos Aires, que empujó a muchas familias hacia el sur en busca de aires más sanos. Adrogué ofrecía no solo espacio y naturaleza, sino también la promesa de un futuro ordenado y moderno.
La Delicia
El nuevo municipio se convirtió pronto en lugar de residencia y descanso. El famoso Hotel “La Delicia”, rodeado de bosques y jardines, recibió a visitantes de la capital y de otros puntos del país. La llegada del ferrocarril, el trazado de calles arboladas y las plazas diseñadas con precisión hicieron de la localidad un punto de referencia en el mapa bonaerense.
Adrogué no solo donó tierras, también fue gestor de caminos, mercados, alumbrado y obras fundamentales para la región. “Fundó el mercado del Plata en 1865… fue luego fundador del pueblo de Almirante Brown y donó tierras para su plaza y Municipalidad”, escribió Eduardo Pedro Zabalegui en Las calles de Lomas de Zamora.
A 152 años de aquel decreto que lo convirtió en municipio, la memoria de Brown late en cada calle, cada estación y cada árbol que resiste el paso del tiempo. Porque como todo sueño fundador, lo que Esteban Adrogué imaginó no quedó en los papeles: se volvió territorio, comunidad y destino compartido.
Jorge Luis Borges la describió así en su poema Adrogué (El Hacedor 1960): “(…) De este mundo de polvo y de jazmines” (…) “Su olor medicinal dan a la sombra / Los eucaliptos: ese olor antiguo / Que, más allá del tiempo y del ambiguo / Lenguaje, el tiempo de las quintas nombra”. Y todavía hoy, al caminar por sus diagonales, flota ese aroma a primavera que trazó su historia, marca el presente y abrió el camino al futuro.