El viernes pasado se distribuyeron notificaciones de «no renovación» de los contratos laborales. Paralización de fondos y el cierre de la «Causa Mendoza» hace peligrar la situación ambiental de los cauces de agua de la Región. Por Sebastián «Tecla» Farias.
Con un vaciamiento de recursos y una «limpieza» de la mano de obra, el futuro de la Autoridad de la Cuenca del Matanza – Riachuelo (ACUMAR) parece incierto y en apariencia se sostiene el parate de las tareas de bajo el plan de saneamiento de una de las áreas geográficas más densamente pobladas a nivel país y que, según cuentan vecinos, «estaba dando resultados».
Sucede que al comienzo de este fin de semana largo, el gobierno distribuyó por mail más de 350 notificaciones de «desprendimiento laboral», entre quienes se encontraban especialistas en materia ambiental, situación que se suma al alejamiento durante el año pasado del personal enrolados bajo la figura de cooperativistas, quienes se encargaban de las limpiezas en las márgenes de los afluentes de agua.
De esta forma, no solamente las tareas de limpieza -por agua y por tierra- que se venían extendido a lo largo de kilómetros desde la desembocadura del Riachuelo hasta más allá de la Rectificación del Matanza, incluyendo a la relocalización de familias que habitaban en los márgenes, sino que también deja paralizada la acción de los contralores en la gestión de residuos y afluentes de los espacios fabriles, teniendo en cuenta que el curso de agua atraviesa polos industriales ubicados en Dock Sud, Avellaneda, Valentín Alsina, La Salada, Mercado Central, 9 de Abril entre tantos otros, hasta Cañuelas.
Los avances en la gestión de la Cuenca parten de la motivación de la llamada «Causa Mendoza» que a 20 años de su implementación, en octubre del año pasado la Justicia la dio por terminada (nota ver acá), situación que ya no «obliga» al estado a intervenir para el resarcimiento del daño ambiental.
A través de esta normativa se había generaron un Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA), documento que guio el trabajo de la ACUMAR, a través del cual se permitió «el accionar coordinado entre los distintos actores para resolver las problemáticas de la región» elaborado en el 2009/2010 y actualizado en 2016.
«Desde los foros hídricos de la región nos mostramos preocupados», dijeron a Data Conurbano desde Esteban Echeverría y agregaron que «hay mucha gente que trabajó siempre con nosotros y hay cosas que no sabemos qué va a pasar, como la obra el captación y bombeo del arroyo Santa Catalina que está paralizada porque cortaron los fondos y no sabemos si el Gobierno de la Provincia se hará cargo», a la vez que alertaron que «sin obras de limpieza, mantenimiento y saneamiento, vuelven las inundaciones».
Por otro lado, indicaron que «entendemos que esto va a seguir» porque «van rumbo a un vaciamiento completo de un organismo que ya está súper paralizado», a la vez que dieron cuenta que mañana miércoles, desde las 10 de la mañana, con apoyo de ATE, se desarrollará un reclamo a la sede de ACUMAR, Esmeralda 255
