A raíz del fallo judicial contra Cristina Fernández de Kirchner, se registraron en los últimos días diversos episodios de violencia política en el sur del conurbano bonaerense. Los ataques incluyeron agresiones a locales partidarios y un atentado al domicilio del diputado nacional José Luis Espert.
En Quilmes, la dirigente Estefanía Albasetti denunció a través de redes sociales la vandalización de un local de La Libertad Avanza.
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Situación similar ocurrió en Almirante Brown, donde Pedro Aquino difundió imágenes de destrozos e insultos pintados en una sede partidaria, quien a su vez afirmó que ocurrió un caso similar en el local de San Vicente.
El último caso se conoció en Lomas de Zamora, revelado por Fernando Iantorno, con elementos similares: carteles agresivos, rotura de vidrios y pintadas intimidatorias.
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Estos hechos se suman al ataque registrado en San Isidro, donde seis personas arrojaron estiércol en la casa de Espert y colgaron un pasacalles con insultos. El episodio quedó registrado en cámaras de seguridad y fue denunciado por el propio legislador, quien responsabilizó al kirchnerismo y aseguró: “No nos van a detener con nada”.
Desde los espacios libertarios hay creciente preocupación por un posible patrón de intimidación, en un contexto de alta sensibilidad política y cruzamientos discursivos. Mientras tanto, referentes del oficialismo y la oposición intercambian acusaciones sobre el clima social.
