
«Ya nos pasó en el 23 y parece que va a volver a pasar en el 25.» Con internas al límite y negociaciones bajo fuerte hermetismo, La Libertad Avanza define sus listas en Esteban Echeverría mientras crecen tensiones, desplazamientos y estrategias que aún no salen a la luz. Por: Sebastián «Tecla» Farias.
A pocas horas del cierre de listas, el espacio de La Libertad Avanza en Esteban Echeverría atraviesa momentos de alta tensión. Las negociaciones por los llamados lugares «expectantes» para las elecciones de septiembre generan malestar, especulación y una fuerte disputa interna que aún no logra resolverse: «Ya nos pasó en el 23 y parece que va a volver a pasar en el 25».
Según fuentes del distrito, la “lapicera” está en manos del senador Carlos «Charlie» Curestis, con el visto bueno de Sebastián Pareja, figura central del armado provincial. Mientras se acerca el límite legal para oficializar candidaturas, el hermetismo y el enojo en algunos sectores revelan las dificultades para llegar a consensos.
Los puestos tercero y séptimo son los más peleados, dado que se estima que de las 14 bancas que se renuevan en el Concejo Deliberante, el espacio libertario podría acceder a 5 ó 6 escaños, lo que vuelve crítica la ubicación en la nómina.
En ese marco, se especula con que Marcelo Maceo, dirigente del riñón de Pareja, podría encabezar la lista, aunque no hay confirmación oficial, y algunos referentes locales todavía mantienen esperanzas de modificación sobre la hora. Por otro lado, el PRO también habría realizado movimientos estratégicos, y según trascendidos, el casillero para Evert Van Tooren habría descendido del segundo al cuarto lugar, en medio de gestos de acercamiento hacia el armado libertario.
También circula que hubo un intento de contacto entre sectores de Hacemos, quienes aseguraron ser 2°, y Las Fuerzas del Cielo, aunque el diálogo no prosperó públicamente y las definiciones siguen bajo estricta reserva.
En medio de este clima, surgió el testimonio en off de uno de los referentes desplazados, quien aportó su mirada personal sobre el proceso:
“Nosotros no participamos, nos habíamos quedado con la palabra de Pareja. Él lo dijo frente a 18 coordinadores: yo iba a encabezar la lista. Hoy no tengo diálogo con el senador, ni lo voy a tener. Manejamos valores distintos.”
“Me da pena por toda la gente que nos viene acompañando que giran en una mesa de trabajo. Este mundo político es complicado, sin valores.”
Finalmente, una voz del armado libertario cercana al círculo decisorio, resumió en off el motivo del silencio que domina esta etapa del proceso:
«No es tanto si se sabe o no el tema, es cuándo estamos habilitados a hablar. Apenas se presenten, van a salir a la luz las mismas. No se puede dar información hasta que no quede plasmado en la Cámara Electoral, para evitar entrar en un juego de especulaciones.»
Este escenario político en Esteban Echeverría, donde las definiciones se negocian entre silencios, tensiones y expectativas cruzadas, refleja un momento clave para La Libertad Avanza en su consolidación territorial.
Los movimientos internos, las alianzas latentes y el peso simbólico de “la lapicera” marcan no solo el presente del espacio, sino también los desafíos futuros en términos de cohesión, transparencia y representación real. Con las listas a punto de ingresar en la Cámara Electoral, lo que hasta ahora se maneja en voz baja pronto pasará al escrutinio público, revelando no solo nombres, sino también prioridades políticas y formas de construir poder.