
Pese a la orden dictada por la Justicia Nacional y el Tribunal de Trabajo de Avellaneda, la petrolera impidió el ingreso de Gustavo Michel. La gerencia podría enfrentar denuncias penales por desobediencia tras un tenso operativo en la refinería.
La refinería de Shell en Dock Sud fue escenario este martes de un nuevo capítulo en un conflicto laboral que ya escaló al plano penal. En una diligencia judicial que contó con la presencia de un Oficial de Justicia y efectivos de Prefectura Naval, la empresa volvió a rechazar la reinstalación del trabajador Gustavo Michel, incumpliendo una medida cautelar que lleva más de seis meses vigente.
Un operativo bajo tensión
El procedimiento fue ordenado por el Juzgado Nacional del Trabajo N.º 40 y ratificado por la justicia bonaerense. Sin embargo, al llegar a las puertas de la planta, los funcionarios judiciales y el trabajador se encontraron con una negativa rotunda.
Según consta en el acta, un supervisor de seguridad bloqueó el acceso alegando que «cumplía órdenes recibidas». Ante la resistencia, el Oficial de Justicia advirtió que la postura de la empresa constituye el delito de desobediencia. Incluso con la llegada de Prefectura al lugar, las autoridades de la petrolera evitaron salir a dar explicaciones.
Las razones del despido y la denuncia por contaminación
Gustavo Michel no es un trabajador más en la estructura de reclamos laborales. Según los fallos que ordenan su regreso al puesto, su despido está vinculado a su actividad gremial y ambiental.
«Fuimos despedidos por defender las condiciones de trabajo y denunciar la contaminación que afecta a nuestros compañeros y a los vecinos de Dock Sud», señaló Michel tras la fallida diligencia.
El trabajador cuenta con el respaldo de las CTAs, el Sindicato de Aceiteros y diversas organizaciones de derechos humanos y ambientalistas, quienes ven en este caso un intento de disciplinamiento por parte de la multinacional.
El escenario legal: ¿Cárcel para los gerentes?
Desde el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH), el abogado Agustín Comas fue tajante respecto a los pasos a seguir: «Shell no está por encima de la ley».
La estrategia legal ahora se divide en dos frentes:
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Fuero Laboral: Nuevas presentaciones para forzar el cumplimiento efectivo con astreintes (multas diarias).
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Fuero Penal: Acciones directas contra la gerencia y los responsables de la planta por obstruir el accionar de la justicia y desoír una orden judicial directa.
Plan de lucha en puerta
Ante lo que califican como un «incumplimiento sistemático», los trabajadores anunciaron que iniciarán un plan de lucha y una campaña nacional. El objetivo es visibilizar que, a pesar de los fallos a favor, la petrolera mantiene su postura de ilegalidad en una de las zonas más sensibles del Conurbano.






























