
Manuel Adorni ya no habla por el Gobierno: ahora lo coordina. El exvocero presidencial fue designado como nuevo Jefe de Gabinete de Ministros, en reemplazo de Guillermo Francos, marcando un giro inédito en la estructura del Ejecutivo. Por primera vez desde la reforma constitucional de 1994, un periodista ocupa el cargo más influyente del Gabinete nacional.
De la Comunicación a la Gestión
El nombramiento de Adorni no solo representa un ascenso personal, sino también una señal política: el Gobierno de Javier Milei entra en una etapa donde la comunicación y la ejecución de reformas estructurales se entrelazan como ejes centrales. “La prioridad será profundizar las reformas”, aseguró el flamante ministro coordinador, agradeciendo la confianza del Presidente y de Karina Milei, “El Jefe”.
Trayectoria: entre micrófonos y ministerios
Antes de convertirse en funcionario, Adorni transitó los pasillos de medios como Radio Rivadavia, A24, Infobae y Noticias Argentinas. Analista económico y columnista, su perfil mediático lo convirtió en una figura reconocible, aunque su salto a la política fue tan veloz como contundente.
Desde diciembre de 2023, abandonó el periodismo para asumir como Vocero Presidencial. En ese rol, se enfrentó a las tensiones comunicacionales diarias, consolidando su vínculo con el núcleo duro del mileísmo. Su estilo directo, su presencia constante en conferencias y su capacidad para instalar agenda lo posicionaron como algo más que un portavoz: fue constructor de relato.
Un Ascenso que Esquiva la Legislatura
Adorni había sido electo como legislador porteño por La Libertad Avanza, pero nunca asumió esa banca. Su carrera política se desarrolló exclusivamente en el Ejecutivo, y ahora, con su llegada a la Jefatura de Gabinete, se convierte en el articulador de ministerios, reformas y estrategia presidencial.
¿Un Caso Único?
La figura del Jefe de Gabinete nació en 1994, pero nunca había sido ocupada por alguien con trayectoria periodística. Adorni rompe ese molde, llevando al centro del poder a un perfil que conoce tanto la lógica de los medios como la de la gestión. Su nombramiento podría marcar un precedente: ¿es la comunicación el nuevo corazón de la política?





























