Un jubilado de 74 años mató a balazos a su hijo de 28, luego de que, según su relato, el joven le pidiera plata para comprar drogas. “Me amenazó de muerte y me exigió $30.000”, aseguró Norberto Capparelli, que fue detenido horas después del crimen.
De acuerdo con la información policial, el conflicto empezó el viernes por la mañana cuando la víctima, Mirko Capparelli, fue hasta la casa de su padre y le pidió dinero. El hombre mayo se negó, lo que derivó en una discusión y una supuesta amenaza de muerte por parte de su hijo, según contó el acusado.
Varias horas más tarde, Mirko regresó para pedirle que le diera el dinero para comprar drogas y así empezó el intercambio que derivó en el crimen.
Tras la pelea, el jubilado tomó su pistola calibre 38 largo, salió de su casa y le disparó en el hombro izquierdo a su hijo. El joven salió corriendo para refugiarse en la vía pública, pero el padre lo persiguió, lo alcanzó y le tiró de nuevo, dándole en el abdomen y en la cabeza, disparos que fueron fatales.
Después d el brutal crimen, el atacante regresó a su casa y se deshizo del arma que hasta ahora no fue encontrada por los investigadores. Pero fue un vecino quien llamó a la policía para denunciar los disparos y la presencia de una persona tirada en la calle.
Tras constatar la escena del crimen, los oficiales fueron a la casa de la víctima donde Norberto reconoció el crimen. “En forma espontánea, empezó a relatar que su hijo lo amenazó de muerte durante la mañana y que, cuando regresó por la noche, le disparó en medio de un ataque de furia”, informaron fuentes policiales.
El hombre quedó detenido a la espera de que ratifique su testimonio ante la fiscalía, mientras los investigadores se encontraban reuniendo más pruebas que terminen de esclarecer el crimen.
En la causa interviene la Unidad Funcional Descentralizada N°3 de Esteban Echeverría, especializada en Violencia Familiar y de Género, a cargo de la doctora Vanesa González, quien caratuló el caso como “homicidio agravado por el vínculo”.
