Desarticulan banda criminal que operaba bajo la modalidad de escruche y entradera

Una banda delictiva conocida como la «banda de pito wey» fue desbaratada tras una intensa investigación judicial que permitió detener a su presunto líder y secuestrar armas, dinero en efectivo y un vehículo de alta gama adquirido con fondos ilícitos.

La causa se inició en marzo, luego de varias denuncias por robos violentos en viviendas del partido de La Matanza. En uno de los casos, una mujer de 80 años sufrió el ingreso de encapuchados a su hogar en San Justo; los delincuentes huyeron tras activarse una alarma vecinal. Horas después, en Lomas del Mirador, un hombre de 49 años fue reducido por al menos cinco personas encapuchadas, que le robaron dinero y objetos personales.

Investigadores especializados analizaron cámaras de seguridad y comunicaciones, logrando identificar a una estructura integrada por cinco hombres y una mujer, con roles claramente definidos. Se detectaron vehículos de alta gama utilizados en los robos y varios domicilios de alternancia.

Con estos elementos, la Justicia emitió 15 órdenes de allanamiento y 6 órdenes de detención. En los operativos fueron aprehendidos una joven de 19 años y otros cuatro hombres, que posteriormente recuperaron su libertad tras ser indagados. Entre los elementos incautados se encuentran pistolas, revólveres con municiones, guantes, celulares, además de USD 16.000 y $700.000 en efectivo.

La investigación prosiguió en busca de los prófugos. Gracias a nueva información, se localizó al presunto líder de la banda, un joven de 22 años, residente en el barrio cerrado «Las Casuarinas» de Canning, Ezeiza. En un operativo de urgencia, se allanó la propiedad —valuada en USD 250.000 y adquirida con dinero ilícito— y se decomisó todo el mobiliario.

Finalmente, mediante el seguimiento de una línea telefónica, se concretó su detención en la vía pública. El individuo, considerado el principal responsable de la organización, quedó a disposición de la Justicia para su indagatoria. Mientras tanto, la Policía mantiene una consigna en el domicilio donde se escondía, en espera de ejecutar una nueva orden de allanamiento.

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