
La empresa anunció su cierre y despidió a todo su personal. Gremios y vecinos se movilizan para evitar la desaparición de una firma emblemática del conurbano.
La fábrica textil Hazan Silvia, ubicada en Lanús Oeste, comunicó su cierre definitivo tras décadas de actividad. La medida afecta a 50 trabajadores, que iniciaron protestas y asambleas frente a la planta, ubicada sobre la calle Indio al 1400.
El conflicto se desató por la falta de producción y la imposibilidad de competir con productos importados. “No se puede competir con China ni con la apertura indiscriminada de importaciones”, señaló Guillermo Aguilar, secretario general de la Asociación Obrera Textil.
La situación de Hazan Silvia no es aislada. En la zona ya cerraron otras fábricas textiles, como una de frazadas en Burzaco y otra de telas, con más de 60 despidos acumulados.
Ante la presión gremial y el reclamo de los trabajadores, el Ministerio de Trabajo bonaerense dictó la conciliación obligatoria, postergando por 15 días la resolución final. La CGT regional Lanús-Avellaneda, las dos CTA y las 62 Organizaciones Peronistas respaldan el reclamo por la continuidad laboral.
La crisis del sector textil se profundiza en el conurbano bonaerense, donde la apertura de importaciones y la caída del consumo golpean a las fábricas locales. Hazan Silvia se suma a una lista creciente de empresas que bajan la persiana, dejando a cientos de familias sin sustento.
Mientras los trabajadores resisten el cierre con movilizaciones y gestiones gremiales, la comunidad de Lanús observa con preocupación la caída de una firma que fue símbolo de producción local. El futuro de Hazan Silvia, por ahora, pende de un hilo.



























