Cinco años después del punto de inflexión global que marcó la pandemia, el mundo laboral continúa en transformación. El home office, que fue el salvavidas productivo durante la emergencia sanitaria, ya no es la norma dominante. En sectores como tecnología, energía, recursos naturales y servicios financieros, crece el impulso hacia un regreso más sostenido a las oficinas.
“Hay mucho valor en lo presencial que lo remoto no puede remplazar. Esto tiene que ver con la productividad, pero también con el desarrollo de equipos, líderes, cultura e innovación”, opina Matiana Behrends, socia de Advisory Services y líder de Human Capital Advisory Services de Grant Thornton Argentina.
Un estudio publicado en PLoS ONE reveló que los esquemas de trabajo remoto forzados tienden a mostrar niveles de productividad más bajos en comparación con aquellos acordados voluntariamente. La presencialidad está recuperando terreno, y lo hace con argumentos sólidos.
Liderar a distancia: ¿habilidad imprescindible o excepción transitoria?
La gestión de equipos en entornos virtuales exige nuevas competencias. Ya no basta con coordinar: se necesita un liderazgo auténtico, claro, empático y estratégico.
“La comunicación efectiva y la capacidad de escucha activa son cruciales para reducir malos entendidos, fortalecer la colaboración y mantener a los equipos alineados y comprometidos”, agrega Behrends.
Una encuesta de Grant Thornton Argentina reveló que solo el 29% cree que los perfiles senior deberían desempeñarse 100% de manera remota, mientras que el 69.5% opta por esquemas híbridos o totalmente presenciales.
¿Puede construirse una carrera profesional desde casa?
El home office ha democratizado el acceso al trabajo, pero sigue presentando límites cuando se trata de crecer profesionalmente. La interacción directa con colegas y líderes es difícil de reproducir en entornos completamente virtuales.
“El desarrollo de carrera se ve favorecido por el contacto personal con quienes toman las decisiones”, destaca Behrends.
Más allá del escritorio: resignificando el valor del trabajo
El regreso a la presencialidad no está exento de tensiones. Las barreras logísticas y la resistencia al cambio afectan especialmente a quienes iniciaron sus carreras en pandemia.
“El solo hecho de ganar dos horas de tu vida evitando el traslado y permitiendo una mejor combinación vida personal-trabajo te vuelve un empleador más atractivo”.
Con un mercado laboral más volátil, marcado por reestructuraciones, despidos y renuncias ante cambios de esquema laboral, muchas empresas deben reevaluar sus modelos.
“No creo que sea tan fácil para las empresas volver a un modelo full presencial. Sí creo en modelos híbridos con compromiso asumido y claridad sobre qué se hace en la oficina y qué en casa”, concluye Behrends.
Las organizaciones deberán repensar su propuesta de valor: crear entornos híbridos sostenibles y con reglas claras será clave para retener talento y garantizar el crecimiento.
