
Tras una jornada de movilización que paralizó el centro de Lanús durante más de tres horas, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) logró arrancarle un compromiso de reunión al intendente Julián Álvarez. El conflicto, que escala en el cierre del año, pone el foco sobre el sistema de barrido público y la falta de asistencia alimentaria en los barrios más vulnerables.
El foco del conflicto: Salarios de indigencia y falta de insumos
La protesta de este martes no solo denunció la falta de diálogo, sino una brecha estructural en la gestión de los servicios públicos del distrito. Según el comunicado de la UTEP, la situación de los trabajadores de barrido es crítica:
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Salarios congelados: Denuncian ingresos de $140.000 mensuales, una cifra que hoy se ubica por debajo de la línea de indigencia.
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Sin herramientas: Los trabajadores aseguran realizar sus tareas sin los insumos básicos ni herramientas necesarias para el mantenimiento del espacio público.
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El «90%» del servicio: Un dato clave para el análisis es que, si bien el presupuesto de barrido es una tajada importante del gasto municipal, el 90% del trabajo operativo lo realizan cooperativistas precarizados, mientras que la obra pública de mayor escala es adjudicada a empresas privadas foráneas.
Navidad sin asistencia en los barrios
A la crisis laboral se le suma la emergencia alimentaria. En un contexto de crecimiento sostenido de la pobreza, los referentes de la movilización señalaron que los comedores comunitarios están desabastecidos.
La indignación de los manifestantes se centró en la decisión del Ejecutivo local de no entregar cajas navideñas ni alimentos para las fiestas a las familias de los sectores populares, sumado a la negativa de otorgar un bono de fin de año para los barrenderos que, paradójicamente, trabajarán durante el 24 y 25 de diciembre para mantener limpia la ciudad.
«Mientras veas a los barrenderos el 24 y 25 limpiando las calles, recordá que lo hacen por $140.000 por mes, sin bono y sin caja navideña», sentenciaron desde la organización.
El factor político: Promesas incumplidas
Desde la UTEP apuntan directamente contra la figura del intendente Julián Álvarez, recordándole que el compromiso de dar respuestas data de hace más de un mes.
La movilización de hoy forzó una nueva instancia de negociación: el viernes al mediodía serán recibidos por autoridades municipales. Sin embargo, la tregua es frágil. Las organizaciones ya advirtieron que, de no obtener soluciones concretas sobre el salario, los insumos y la asistencia alimentaria, volverán a las calles la semana próxima, complicando el cierre del año para la gestión local.

































