El cuerpo de Candela Magalí Milagros Azoya, una adolescente de 17 años que permanecía desaparecida desde el pasado miércoles, fue hallado en las últimas horas quemado y descuartizado en la localidad bonaerense de Villa Albertina, en un caso en el que se investiga un ajuste de cuentas narco.
La joven era buscada intensamente por su familia desde el 27 de noviembre, cuando dijo que que se iba «a buscar unas zapatillas» y nunca regresó.
Según pudieron reconstruir los investigadores, ese día la adolescente le consultó a una vendedora por un par de zapatillas Vapor para hombre. Sin embargo, de acuerdo a la conversación por Whatsapp que aportó la comerciante, la joven nunca le respondió el mensaje que le informaba sobre el valor del calzado, por lo tanto la compra no se efectuó.
El cuerpo de Candela fue hallado entre restos de basura quemada tras un llamado al 911, en el cruce de la calle Facundo Quiroga y las vías del Ferrocarril Roca (Ramal Haedo), en la localidad de Villa Albertina, partido de Lomas de Zamora. Allí también se encontraron prendas de vestir, que fueron reconocidas por la madre de Candela.
La denuncia por la desaparición de Candela fue presentada por la madre de la joven en la comisaría de Ingeniero Budge, mientras que el personal de la DDI de Lomas de Zamora quedó a cargo de la investigación, mediante relevamiento de cámaras, declaraciones testimoniales y tareas de campo.
Según las primeras pericias realizadas por la Policía Científica y el equipo de Antropología de la Policía Federal Argentina, Candela podría haber sido quemada viva.
Los primeros testigos del caso indicaron que la adolescente fue vista por última vez el mismo miércoles de su desaparición, acompañada por un hombre y una mujer. Horas después, se supo que el hombre que acompañaba a la menor era su primo Carlos y la mujer su novia.
El primo fue aprehendido horas después del crimen por orden de la fiscal interviniente Carla Furingo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 1 de Lomas de Zamora.
También se produjo un allanamiento en un domicilio de la calle Terrada al 2900, en Ingeniero Budge, que presuntamente era utilizado como bunker narco por dos hermanos y al cual Candela habría llegado acompañada de su primo.
Según se investiga, familiares de la víctima tendrían una deuda por venta de drogas con los hermanos narco, por lo que se analiza la hipótesis de un homicidio en el marco de un presunto ajuste de cuentas.
De acuerdo a los últimos hallazgos, los encargados del bunker -que están siendo intensamente buscados por la policía- habrían utilizado un carro para tirar en las inmediaciones de las vías férreas partes del cuerpo carbonizado de la chica, tras incinerarlo con combustible.