Familiares y amigos de Micaela Salazar, la embarazada asesinada a golpes en 9 de Julio, marcharon esta tarde por esa ciudad bonaerense en reclamo de justicia y apuntaron sus sospechas contra la actual pareja de la víctima, quien está detenido y mañana será indagado por la justicia.
La movilización comenzó a las 16 en la Plaza Belgrano, en el centro de dicha ciudad ubicada 230 kilómetros al oeste de la Capital Federal, donde se vieron manifestantes con barbijos y portando carteles con distintas imágenes y consignas.
Con aplausos y al grito de «¡justicia!»; familiares, amigos y vecinos de Micaela (27) dieron vueltas a la plaza y apuntaron contra el detenido Renzo Pancera (25), un boxeador amateur y padre del bebé de cinco meses que gestaba la víctima.
«Justicia por Micaela y su bebé», decía una cartulina; «¡cagón!» y «¡asesino!» se podía leer en otra con la imagen del acusado.
«Ella llamó a su papá diciendo que estaba descompuesta. De casualidad que ella tenía un teléfono porque él no le dejaba tener uno, no la dejaba salir, no la dejaba hacer nada», relató entre lágrimas Antonella, una prima de Micaela.
Según las joven, cuando sus familiares fueron a socorrerla, «Mica estaba en bombacha, se había hecho encima y él lloraba y decía que estaba descompuesta, que no le había hecho nada, pero la reventó toda».
Antonella recordó que Micaela tenía dos hijos, un varón de 12 años y una nena de tres.
«Él quería venir a pedir justicia por su mamá. Y a la hija de ella, ¿cómo le explicamos ahora que no va a tener más a su mamá?», señaló.
Antonella contó que a pesar de la violencia de género que su prima sufría, «ella estaba feliz con su embarazo porque lo amaba» a Pancera, a quien acusó de intentar hacer «desaparecer» el celular de la víctima, el cual «apareció en la casa de la madre de él».
«Mica era una persona maravillosa, llena de luz. Y no es la primera pareja que él golpea. A la mamá de su nena también», añadió.
Por su parte, otra prima relató que Pancera «se iba a trabajar de lunes a viernes a Chivilcoy» y que debido a la violencia que Micaela sufría, ésta los «viernes a la noche mandaba a sus dos hijos con sus abuelos» para que no presenciaran los maltratos.
«Ella lo amaba y no te contaba que le pegaba, decía que eran discusiones», explicó esta mujer, quien sostuvo que Micaela sufrió «un fuerte golpe en el tórax» pero no tuvo lesiones en el rostro.
«Él llamó a la ambulancia y ella llamó a mi tío y le dijo ´papá vení que estoy descompuesta´. Después, ella se fue sola en la ambulancia al hospital», agregó.
En tanto, Belén, una amiga de la víctima, dijo que esta «no se dejaba ayudar» y que «muchas veces iba a dormir» a su casa «porque él la echaba con las criaturas».