
La violencia ligada al narcotráfico volvió a golpear en el conurbano sur. Un joven de unos 25 años fue ejecutado de un disparo en la cabeza en la localidad de 9 de Abril, partido de Esteban Echeverría, en lo que se investiga como un ajuste de cuentas entre bandas delictivas.
El hecho ocurrió en la noche del miércoles, sobre la calle Pablo Cáceres al 1200, cuando la víctima fue sorprendida dentro de su vehículo por un atacante que se acercó a pie y sin mediar palabra. Tras el disparo letal, un Chevrolet Prisma oscuro lo recogió y escapó a toda velocidad. Minutos más tarde, ese mismo auto apareció incendiado a pocas cuadras, con una patente adulterada, lo que refuerza la hipótesis de un crimen premeditado.
Según fuentes judiciales, la víctima estaría vinculada a una red de narcomenudeo y habría actuado como “soldadito” —término con el que se identifica a los jóvenes que cumplen tareas menores dentro de las organizaciones narco—. La hipótesis del robo fue descartada desde un primer momento.
En el lugar trabajaron efectivos policiales y la fiscal de turno del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, quien ordenó las primeras medidas. La causa fue caratulada como homicidio y continúa en etapa investigativa.
El caso vuelve a poner en foco la escalada de violencia narco en zonas periféricas del conurbano, donde los conflictos por territorio y distribución de drogas se cobran vidas jóvenes en operativos cada vez más planificados.